En 1997, la Hna. Denise y Tun Channareth (Reth) fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a sus esfuerzos en la campaña por la abolición de las minas terrestres, mientras que recientemente, en Roma, la Fundación vaticana Fratelli Tutti honró a ambos junto con otros Premios Nobel de la Paz y en esta ocasión los entrevistamos.

Durante más de 30 años, la Hna. Denise Coghlan, R.S.M., ha estado acompañando a las víctimas de la violencia y el conflicto en Camboya, y a los afectados por los restos de la larga guerra. Durante la mayor parte de su vida, la Hna. Denise ha sido promotora del derecho a una vida digna y a medios de subsistencia para los supervivientes de la guerra. Ha desempeñado un papel clave como integrante de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, que llevó a la adopción del Tratado de Prohibición de Minas en 1997. La Hna. Denise recuerda cómo las primeras campañas de sensibilización para la eliminación de las minas antipersona y las municiones en racimo fueron verdaderos testimonios del acto de reconciliación entre grupos en conflicto.

«Si queremos esforzarnos por ser Artesanos de la Paz, estamos llamados a responder a la pregunta de cómo dialogar con quienes tienen puntos de vista opuestos y qué estrategia adoptar para comprometernos en la paz. El arte del compromiso sin renunciar a la propia integridad es increíblemente difícil», afirma la Hna. Denise.

Junto a la Hna. Denise, está Reth, antiguo integrante del personal del JRS, actual responsable del programa de extensión de la Misión Jesuita de Camboya, e integrante de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona. Reth es un superviviente de las minas antipersona que ha trabajado con la Hna. Denise en la defensa de los derechos de las personas desplazadas afectadas por las minas en Camboya. Al principio, trabajaron en campos de refugiados, proporcionando educación, atención sanitaria y servicios de subsistencia. Luego fueron más allá, en un proceso de facilitación de la paz y la reconciliación entre las facciones en conflicto. «Intentamos ampliar el sentido del acompañamiento trabajando con la población local afectada por todos los bandos del conflicto, construyendo juntos sillas de ruedas. Ahora, en 2023, tenemos a personas como Reth acompañando a otras personas en comunidades afectadas por las minas para que puedan tener una vida digna y oportunidades económicas mediante la generación de ingresos, pero sobre todo amistad con personas que les tratan con dignidad y como iguales.  Creo que este es un verdadero acto de reconciliación y pacificación», prosigue la Hna. Denise.

Reth es una persona capaz de resolver problemas que ha diseñado sillas de ruedas para refugiados amputados, al tiempo que ayuda a otros a defenderse en sus propias comunidades. Es un Artesano de la Paz. Sus sillas de ruedas para los supervivientes de minas antipersona se convierten en vehículos que promueven la vida y los medios de subsistencia y, a su vez, fomentan la paz y la reconciliación. «Seguimos trabajando en la concienciación pidiéndole a todos que “prohíban las minas antipersona en sus corazones”. Trabajar con integrantes de la comunidad local significa dar un poco de luz, como una pequeña vela, para promover la vida de la gente, construyendo con ellos y animándoles en el camino», concluye Reth.