El Servicio Jesuita a Refugiados sigue solidarizándose con el pueblo afgano que se enfrenta a una situación de emergencia y sufrimiento en su país.

El pueblo afgano lleva mucho tiempo sufriendo la pobreza, la violencia y la inestabilidad, y las dramáticas necesidades humanitarias no hacen más que aumentar debido a esta reciente emergencia humanitaria. Dado que va a comenzar una nueva fase en la historia del país, hacemos un llamamiento a la paz y la no violencia en toda la región, con la esperanza de que no se vuelva a un pasado traumático. Es crucial restablecer la seguridad para las mujeres, los hombres y los niños afganos para que puedan reanudar sus vidas con dignidad y seguridad.

El JRS seguirá llevando a cabo nuestra misión de acompañar a quienes se ven obligados a huir de sus hogares y apoyar a los refugiados afganos en regiones y países de todo el mundo. Según el ACNUR, se espera que medio millón de afganos huyan principalmente a los países vecinos. Animamos a todos los gobiernos del mundo a que adopten medidas concretas para acoger, proteger, promover e integrar a quienes se han visto obligados a marcharse. Muchos afganos están tomando decisiones difíciles para garantizar la seguridad de sus familias y se trata de una obligación moral y legal para los países que pueden proporcionarles protección.

A medida que la situación evoluciona, el futuro y la estabilidad del país siguen sin estar claros. Nuestros corazones y oraciones están con el pueblo de Afganistán mientras se enfrenta a un futuro tan incierto.

Hagamos algo

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• Únase a JRS Europe y a JRS USA para defender la seguridad y la protección de los refugiados afganos.