Reflexión de fin de año del Director Internacional del JRS: Acompañamiento en acción

25 abril 2024

Reflexión de fin de año del Director Internacional del JRS: Acompañamiento en acción
Durante una visita sobre el terreno en Bucarest, el personal de la Oficina Internacional del JRS y del JRS Europa compartió un momento con el personal local y los refugiados.

El pueblo que andaba en tinieblas

ha visto gran luz;

a los que habitaban en tierra de sombra de muerte,

la luz ha resplandecido sobre ellos.

(Isaías 9:2)

 

Queridos amigos,

Fui bendecido con la oportunidad de visitar el JRS Rumanía a principios de este mes. A medida que el frío y la destrucción aérea descienden sobre Ucrania, más gente debe marcharse y muchos encuentran el camino hacia el JRS en Bucarest.

Nuestra oficina allí es un edificio multiusos rodeado de casas y pisos. Es la oficina del JRS más ocupada que he visto nunca: días llenos de personal atendiendo necesidades, donde se ofrecen programas, y ucranianos y rumanos y muchos más trabajando codo con codo. Al lado está la antigua oficina y los dormitorios, que se están reconstruyendo para satisfacer las necesidades de los refugiados actuales. El espíritu es generoso, la atención es tangible: el acompañamiento del JRS en acción.

Uno de los muchos programas fuera de las instalaciones es un programa escolar de tarde para niños ucranianos que reciben clases en línea por la mañana. Se reúnen en escuelas rumanas, aprenden matemáticas, arte, rumano, inglés. Sus profesores son ucranianos, obligados a huir también. Conocí a la directora, que me dijo clara y apasionadamente: «Gracias por dejarnos enseñar. Gracias por tratarnos como seres humanos. No queremos que nos traten como refugiados».

Para ella, ser tratados como refugiados significa ser dejados de lado, abandonados a su suerte.  Nuestra misión es la contraria: los que se ven obligados a huir son nuestros hermanos.  Al caminar con ellos, apoyamos su esperanza, la esperanza de una vida mejor que les llevó a abandonar su hogar.  Gracias por caminar con ellos y con nosotros, para que ―incluso en medio de un mundo imperfecto y a veces hostil― la esperanza no falle.

Les deseo a cada uno de ustedes un año 2023 lleno de alegría y esperanza.

Rev. Thomas H. Smolich, SJ

Director internacional del JRS