Sudán del Sur: Quiero ser maestra
02 mayo 2019
Maban – Basamat Osman Atom nació a pocos kilómetros de Maban, en un pequeño mercado conocido como Jam en el Estado de Nilo Azul, Sudán. La suya es una historia de resiliencia y profunda determinación.
Una educación en el exilio
Nací en 1996, hija de Sarah y Osman Atom, y soy la mayor en una familia de seis niñas y un niño. Antes de incorporarme al programa de formación de maestros del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Maban, fui profesora voluntaria sin capacitación en una escuela en los campamentos locales para refugiados. Ahora estoy en mi segundo semestre y espero completar mi certificado del curso de educación primaria en diciembre de 2019.
Hui de mi pueblo natal debido a la interminable guerra en el Nilo Azul entre el gobierno y las fuerzas de la oposición, o rebeldes. Tras el estallido de la guerra en 2011, mi familia y yo huimos a Maban para ponernos salvo de la violencia. Estaba en el segundo año de secundaria en Sudán cuando me obligaron a dejar mis estudios. Por desgracia, no pude continuarlos en Maban porque había un plan de estudios diferente, y mi madre estaba sin trabajo y, por lo tanto, no podía ayudarme. Tras permanecer en el campamento durante tres años, mi madre encontró trabajo como limpiadora en una empresa privada de construcción. Entonces pudo enviarme a la vecina Uganda para continuar con mis estudios.
La vida como profesora en formación
Durante los días lectivos, me levanto a las 6:30 de la mañana. Después de desayunar, voy andando a un mercado cercano donde nos recogen a algunos estudiantes del mismo campamento para llevarnos al lugar de capacitación. ctualmente, el JRS ofrece una línea de “escolarización diurna” que consiste en que en la que el JRS nos lleva al centro por la mañana y a casa por la noche. Y espera ampliar este servicio a con una línea «residencial» que nos daría más tiempo para interactuar con los tutores.
Cuando no estoy en la escuela, me gusta quedarme en casa, tomar el té y charlar con mi madre y mis hermanas. No hay mucho que hacer en Maban, así que hablamos y bromeamos entre nosotras. A veces doy clases de repaso a mis hermanos que están en primaria. Me encanta cocinar, pero vivir en un campamento significa que tenemos muy poca variedad para comer. Por la mañana tomo té y zalabias (rosquillas en árabe), y durante el almuerzo tenemos Kisra (comida local hecha a base de pan de sorgo) o posho (tortas de maíz) con lentejas o alubias. A veces hay carne… cuando nos la podemos permitir.
En el Centro de Formación de Profesores del JRS, fui la mejor calificada de los 42 alumnos en los exámenes del primer semestre. Cuando termine mi formación, espero ser una mejor maestra y contribuir a mejorar la calidad de la educación de mi gente. Mis asignaturas favoritas son las matemáticas y las ciencias. Al igual que a otras chicas de mi edad en mi comunidad, me presionan para que me case.
El JRS ofrece dos modelos de formación de docentes a 512 maestros en las comunidades refugiadas y de acogida de Maban, Sudán del Sur. Uno, de cuatro años, está destinado a maestros en activo; el otro (conocido como servicio previo) es de dos años. Aparte de la capacitación de docentes, el JRS Sudán del Sur ofrece cursos de inglés e informática, asesoramiento, apoyo psicosocial, programas pastorales y atención infantil para niñas y niños que viven con discapacidades. El JRS también apoya directamente a la comunidad de acogida con escuelas de primaria y de preescolar y centros de desarrollo.
Este artículo fue publicado originalmente por Misiones Jesuitas de Irlanda.