Encuentro con el Papa Francisco para defender a los más vulnerables: la historia de Nyota

31 enero 2023

Nyota, superviviente de la violencia de género y defensora de los albinos, está lista para su encuentro con el Papa Francisco en la RDC.
Nyota con su hija en brazos.

En su próxima visita a la República Democrática del Congo (RDC), el Papa Francisco tiene previsto reunirse con una joven extraordinaria, Nyota Mapendo, superviviente de la violencia de género y defensora de las personas con albinismo.

Por desgracia, la violencia de género está aumentando en la provincia de Kivu del Norte, en la RDC, donde el conflicto lleva más de 20 años haciendo estragos y obligando a millones de personas a huir de sus hogares. Nyota, de 18 años, es una de las más de setenta mil mujeres valientes que en 2020 dieron un paso al frente para contar su historia de supervivencia.

 

Nyota, una de doce hermanos, nació con ausencia de pigmentación (melanina) en el cabello, la piel y los ojos, una enfermedad denominada albinismo oculocutáneo. «Cuando nací, mis padres me aceptaron —aunque era albina— como voluntad de Dios», dice Nyota. «Me trataron como a los demás niños», añade, llena de gratitud.

La actitud de sus padres permitió a Nyota ser aceptada por el resto de la familia. Sin embargo, ya muy joven, sufrió discriminación dentro de su comunidad. En muchos países de África, las personas con albinismo siguen siendo discriminadas y perseguidas por creencias que les atribuyen poderes mágicos. Como consecuencia, a menudo se les mata y descuartiza y sus cuerpos se venden a quienes creen que les aportarán riqueza y poder. También se cree que mantener relaciones sexuales con albinos cura el sida y enriquece a la gente.

Como niña albina, Nyota sufrió prejuicios y discriminación en la escuela primaria. No tenía muchos amigos y lo recuerda con amargura: «Cuando la gente me veía por la calle, escupían y decían: “Espero que mi madre nunca dé a luz a un albino”. Eso me entristecía. Me decía a mí misma: “¿Por qué pertenezco a una raza diferente?”».

Gracias al apoyo que he recibido, puedo tener una visión de mi vida: terminar mis estudios y convertirme en trabajadora humanitaria, para poder llegar a las personas vulnerables que lo necesiten.
Nyota

Desde 2016, Nyota participa en un proyecto de salud mental y apoyo psicosocial del JRS, financiado por MISEREOR, cuyo objetivo es acompañar a los desplazados internos.

Un día de 2020, tras acompañar a sus sobrinos a ver a sus abuelos, Nyota fue detenida en la carretera por un grupo de hombres con cuchillos y palos. La secuestraron, la llevaron a una escuela abandonada y la violaron durante dos horas. Una vez en casa, contó a su madre lo sucedido y la llevaron inmediatamente a un centro de salud.

Algún tiempo después de la primera violencia, Nyota fue a recoger agua a una casa y fue violada de nuevo por un hombre que creía que el coito con una mujer albina le haría rico. Esta vez, Nyota se quedó embarazada y vio cómo su vida se derrumbaba.

A ella, que le encantaba estudiar, la obligaron a quedarse en casa sin ir a la escuela. Afortunadamente, tras dar a luz a una niña y gracias al apoyo psicosocial y de defensa del JRS, Nyota volvió a la escuela. Ella recuerda: «La escuela me aceptó y me dio un lugar en clase donde podía ver bien la pizarra, así que solucioné mi problema de visión».

El JRS no solo defendió el derecho de Nyota a una educación, sino que también sensibilizó a toda la comunidad sobre los derechos de las personas albinas. «Antes me sentía discriminada y rechazada», recuerda Nyota, «[ahora] me siento feliz y valorada».

 

Dentro de dos años, Nyota terminará la enseñanza secundaria y ya sabe lo que quiere hacer: «Gracias al apoyo que he recibido, puedo tener una visión de mi vida: terminar mis estudios y convertirme en trabajadora humanitaria, para poder llegar a las personas vulnerables que lo necesiten».

Tras sufrir discriminación desde muy joven, Nyota quiere difundir un mensaje en nombre de los albinos: «Basta de discriminación y estigmatización de los albinos. Son criaturas de Dios como todos los demás. Los albinos no deben rendirse. Nunca deben dejar de estudiar».

 

Nyota está encantada de reunirse con el Papa Francisco, alguien que como ella defiende a los más olvidados y marginados, y de poder compartir con él su mensaje de apoyo a las personas albinas y a los supervivientes de la violencia de género.