Un nuevo laboratorio en Uganda rompe las barreras de la ciencia para las chicas refugiadas

11 febrero 2022

ciencia para las chicas
Las alumnas de la Escuela Secundaria de Mungula (Uganda) consideran que la nueva infraestructura ha reforzado su decisión de seguir estudiando.

Desde la escuela secundaria, las chicas tienen menos probabilidades que los chicos de cursar asignaturas científicas, lo que hace que las mujeres estén infrarrepresentadas en las profesiones de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) en todo el mundo.

Debido a las peculiares condiciones de los desplazamientos, las chicas refugiadas se enfrentan a obstáculos adicionales cuando intentan acceder a las oportunidades de aprendizaje, incluidas las científicas. Entre ellas, la falta de espacios educativos seguros e infraestructuras escolares inadecuadas agravan aún más la vulnerabilidad de las chicas refugiadas a la pobreza, al matrimonio precoz y forzado y al embarazo, así como a actitudes y normas socioculturales perjudiciales.

Para promover la inclusión de las chicas y la calidad general de la educación en la región, el JRS ha aumentado y mejorado las infraestructuras de las escuelas de secundaria en el distrito de Adjumani, en Uganda. Como parte de este esfuerzo, el año pasado se construyó un laboratorio de ciencias en la escuela de secundaria del asentamiento de refugiados de Pagirinya.

El laboratorio mejorará la enseñanza de las materias científicas en la escuela
Icha Augustine, director del Departamento de Ciencias

El nuevo laboratorio tiene dos salas y con una capacidad para 80 personas. Está equipado con tanques de agua, de gas, reactivos químicos y todo el equipo necesario para realizar experimentos. «El laboratorio mejorará la enseñanza de las materias científicas en la escuela. Cuando se enseña de forma teórica, a los alumnos les resulta difícil captar las lecciones. Ahora utilizamos aparatos reales y no solo dibujos», explica el director del Departamento de Ciencias, Icha Augustine.

El laboratorio se utilizará para las clases de Agricultura, Física, Biología y Química y permitirá a los alumnos, entre ellos más de 250 chicas, tener una experiencia práctica de las asignaturas CTIM. Antes, los estudiantes solo podían realizar clases prácticas durante el fin de semana. Viajaban por más de 18 kilómetros hasta la escuela secundaria de Dzaipi, con un coste adicional tanto para la escuela como para las familias.

El director, Okot Mathew Thomas, afirma que el laboratorio es la respuesta a sus plegarias y cree que elevará el nivel de la escuela: «El laboratorio nos está trayendo más bendiciones. Estamos entusiasmados porque la escuela va a tener por fin un número de centros [de examen]. Tener un laboratorio es una de las condiciones.»

girls in science lab

El laboratorio recién construido en Pagirinya está en funcionamiento desde enero de 2022.

Una vez que la Junta Nacional de Exámenes de Uganda (UNEB) dé su aprobación, los alumnos podrán realizar los exámenes finales en Pagirinya. Además, la escuela podrá ofrecer clases de ciencias avanzadas (nivel A) a los estudiantes que completen la clase ordinaria (nivel O).

Junto con el laboratorio de ciencias, el JRS también construyó dormitorios para chicas y letrinas en Pagirinya y en la Escuela de Secundaria de Mungula, situada en otro asentamiento de refugiados del distrito. Estas instalaciones aumentarán la privacidad y la seguridad, especialmente para las chicas, y proporcionarán a todos los estudiantes espacios más seguros para aprender.

El proyecto forma parte del compromiso del JRS con la programación de la Educación con Perspectiva de Género (gender-responsive education, GRE), específicamente para aumentar el acceso y la finalización de la educación secundaria. Un enfoque sensible a las cuestiones de género en la educación significa que el JRS tiene en cuenta las normas de género, los roles, las relaciones y las diferencias de oportunidades, y aborda las barreras de género para lograr resultados educativos más equitativos y justos entre chicas y chicos.

En última instancia, al aumentar el acceso de las chicas a una educación de calidad, los enfoques sensibles a las cuestiones de género benefician a todos. Cuando las chicas completan la educación secundaria, desarrollan habilidades de liderazgo, se convierten en generadoras de ingresos y construyen su autosuficiencia. Cuando las chicas tienen la oportunidad de desarrollar su potencial, contribuyen al bienestar de sus familias y comunidades.

 

 

La mejora de las infraestructuras escolares en Uganda ha sido posible gracias a la generosidad de nuestros donantes: los donativos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Fundación Loyola y la Irish Jesuits International. Otros donantes que apoyan los programas de educación integral y sensible a las cuestiones de género (GRE) en la región del Nilo Occidental de Uganda son la Fundación Fidel Götz y varios donantes privados.