Bangkok – Un grupo de refugiados paquistaníes se coloca en posición en un pequeño campo de cricket en Bangkok. El lanzador envía la pelota con fuerza. El bateador la golpea con ímpetu y corre al otro lado del campo. ¡Marcó! Su equipo aplaude.

Jugar al cricket es una salida alegre para un grupo de refugiados paquistaníes que ya llevan años en Bangkok. Es un momento en que los hombres pueden olvidar que son refugiados.

El cricket forma parte de un programa de extensión comunitaria impulsado por el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Tailandia para ayudar a los refugiados a manejar su estrés. Iniciado en 2018 por la Unidad Psicosocial Comunitaria del JRS, el programa promueve la participación de los refugiados en deportes. A través de estas actividades deportivas del JRS, los refugiados que viven en Bangkok se reúnen para eliminar el estrés de una forma divirtida.

Tailandia ni es signataria de la Convención de las Naciones Unidas para los Refugiados de 1951 ni cuenta con una legislación propia sobre refugiados. Por lo tanto, todos los refugiados, solicitantes de asilo y otras personas indocumentadas que viven en este país corren el riesgo de ser arrestados por la policía de inmigración tailandesa.

«Le agradezco al JRS el apoyo que nos brinda. Jugar al cricket definitivamente nos ayuda a sobrellevar la tensión y el estrés. Es relajante y refrescante,» dice Joseph.

Según las Naciones Unidas, los deportes pueden tener una influencia positiva en el desarrollo de los derechos humanos, así como en el desarrollo social y económico. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado que el 6 de abril de cada año sea el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Este día tiene como objetivo fomentar la buena voluntad y brindar unos resultados sociales positivos a todas y todos a través de actividades deportivas.

«El deporte tiene la capacidad de empoderar a las personas y poner los valores morales en primer plano. Puede desempeñar un papel estratégico en la transferencia de habilidades para la vida y en la comunicación de mensajes útiles y alentadores sobre cuestiones importantes, impulsando el cambio social. Esta nueva conmemoración en el calendario internacional ayudará a promover aún más el valor del deporte como un catalizador del desarrollo y la paz,» dice Wilfried Lemke, Asesor Especial del Secretario General de la ONU para el Deporte para el Desarrollo y la Paz.

A los refugiados paquistaníes varones les gusta jugar al cricket porque es un juego habitual en Pakistán y es el deporte más común entre los pakistaníes. Los participantes están ansiosos por volver a salir al terreno y el JRS ya organizó un torneo para el mes siguiente.

Esta actividad deportiva beneficia enormemente a los participantes tanto mental como físicamente. No nos equivocaríamos si dijéramos que el cricket se ha convertido en un oasis en el que los refugiados paquistaníes se liberan del estrés y la depresión asociados a su experiencia cotidiana como refugiados.