Pastora es lideresa de la comunidad del barrio Panorama, en Soacha, una población que colinda con Bogotá, Colombia. Históricamente, Panorama ha sido un lugar de refugio para miles de personas desplazadas forzosamente de diversas partes del país por causa del violento conflicto interno.

Cuando Pastora llegó por primera vez a la zona, se enfrentó a numerosos desafíos: “al llegar a nuestro territorio no tuve muy buena aceptación. Nos despreciaban, decíamos que era la gente mala procedencia, que éramos invasores”, recuerda Pastora. A las dificultades se sumaba la falta de servicios en la zona: “no teníamos luz, no teníamos agua, no teníamos servicio de alcantarillado”. Pastora fue también testigo de la violencia de género y de la falta de oportunidades para los niños, ya que no había espacios deportivos en todo el barrio.

“Entonces en cuanto a eso, nació como esa iniciativa en mí de ayudar”, explica Pastora. Fueron líderes comunitarios como Pastora los que se esforzaron por introducir servicios esenciales como electricidad, agua y alcantarillado en la zona, y trabajaron para mejorar la calidad de vida en Panorama.

Hoy, el barrio de Panorama es también el hogar de muchos inmigrantes venezolanos. Pastora colabora con otras mujeres lideresas y con el JRS para crear espacios de formación. Estos espacios fomentan las conexiones entre los miembros de la comunidad, permitiéndoles entenderse mejor y compartir sus retos. Pastora subraya: «uno solo, no puede hacer todas las cosas».

“Sueño que mi barrio Panorama sea una comunidad toda unida, con un mismo objetivo, y que se acabe toda la intolerancia que hay, que sea un territorio de paz”, concluye Pastora. Ella ha sembrado hilos de unidad en su comunidad, reuniendo a personas de diferentes orígenes con la esperanza de construir un futuro de paz.