Malawi: Salama Africa forma a la juventud refugiada

05 mayo 2017

Alain y Toussaint trabajan para apoyar a su comunidad (Sarah Morsheimer / Jesuit Refugee Service).
Alain y Toussaint trabajan para apoyar a su comunidad. (Servicio Jesuita de Refugiados)

Dzaleka – Alain y Toussaint intercambian muy animados risas e historias mientras hablan de Salama Africa, una organización que ayudaron a poner en marcha y que se encarga de formar a la juventud en el campamento de refugiados de Dzaleka, en Malawi. Ellos han puesto en marcha un grupo de danza reconocido a nivel nacional, equipos de fútbol, y varias clases de arte para ayudar a los refugiados a mantener sus mentes y sus cuerpos activos.

Alain y Toussaint se encuentran en su tercer y último año de estudio en humanidades por la Regis University, un curso online de 45 créditos del Jesuit Worldwide Learning y ofrecido virtualmente por el Centro de Educación Arrupe del Servicio Jesuita a Refugiados en el campament

Alain, un refugiado de la República Democrática del Congo (RDC), ha vivido en Dzaleka ocho años. Él estudió en la escuela de secundaria del JRS y luego siguió con la diplomatura en trabajo social.

Aparte de sus estudios, participa en un programa como becario en un proyecto de servicios psicosociales del JRS.

“Este programa de prácticas es muy importante para mí ya que me permite ganar experiencia en el mundo real. Pongo en práctica lo que estoy aprendiendo y esto puede ser un desafío ya las cosas son muy diferentes de lo que uno aprende en clase – dice Alain – pero me gusta conocer gente, escuchar sus historias y ayudarla a resolver sus problemas.”

Su objetivo es poder trabajar con jóvenes creando entornos que los motiven y les ayuden a implementar un apoyo psicosocial más formal en las escuelas de la comunidad.

Toussaint huyó de Goma y lleva cuatro años en el campamento. Como Alain, está estudiando trabajo social y trabaja con el equipo psicosocial del JRS.

“La comunidad aquí tiene mucho que ofrecer, solo necesitamos empoderar a la gente y ayudarles a superar sus problemas,” dice.

Toussaint también trabaja con el equipo de agua, saneamiento e higiene (WASH) del JRS como monitor de agua. Él aporta su experiencia en la RDC donde trabajó en salud pública. Está asignado a una zona del campamento donde se encarga de que las fuentes de agua surtan de agua limpia a la población. También enseña a la gente a hervir el agua y otras prácticas saludables para evitar epidemias y enfermedades.

Alain y Toussaint, junto con muchos otros, trabajan para crear oportunidades para las niñas y los niños refugiados en Dzaleka. La escuela de baile es una de las actividades más populares y cuenta con un grupo de danza que quedó en segundo lugar en un concurso de baile y que está actuando por todo el país en diferentes festivales.

Después de la danza, el fútbol es la actividad más popular y algunos ya juegan en diferentes equipos por toda la región. Salama Africa también ofrece clases de panadería, canto, cine, modistería, joyería, dibujo, fotografía y escritura

También ofrece apoyo especial y de recuperación para jóvenes que o bien han suspendido o bien dejaron la escuela. Más allá de su trabajo con los jóvenes, cuidan de otras personas vulnerables como las víctimas de la violencia sexual y de género (VSG) y de personas con adicciones creando grupos de apoyo.

Salama Africa ha tenido un gran impacto en su comunidad inspirando a otros a seguir sus aspiraciones educativas y creativas. Esperan seguir expandiendo su impacto mediante la construcción de un centro cultural y de artes creativas en el campamento para aumentar el número de niños a los que atienden.

“Al final del día lo único que esperamos es que los jóvenes de nuestra comunidad puedan seguir su talento para poder mostrar al mundo que los refugiados también somos humanos y que nosotros podemos hacer cualquier cosa que los demás puedan hacer.”