Los niños desplazados en edad escolar luchan por acceder a la educación formal en Chad
19 septiembre 2023
En septiembre, la escuela vuelve a empezar en muchos países del mundo. Las aulas y los pupitres vuelven a poblarse de niños y profesores, los compañeros se reencuentran y, poco a poco, comienzan las primeras lecciones. Sin embargo, este no es el caso para todos.
En Chad, mujeres, hombres y niños viven desde hace años en una situación de desplazamiento prolongado, agravada por el conflicto en Sudán. Esto ha supuesto un gran reto para el Gobierno de Chad y las organizaciones nacionales e internacionales presentes en el territorio a la hora de garantizar el acceso a la educación para todos.
El JRS está trabajando junto con el Centro Nacional de Planes de Estudio (CNC, por sus siglas en inglés), la Dirección Nacional de Educación Inclusiva y Acción de Emergencia, y otros socios locales para satisfacer esta gran demanda. «Estamos construyendo aulas y espacios temporales de aprendizaje tanto en los campamentos nuevos como en los antiguos», dijo Valan. «Con el objetivo de no dejar a nadie atrás, además de clases preparatorias para los nuevos niños que se integrarán en el sistema educativo chadiano, también estamos proporcionando educación acelerada a aquellos estudiantes que han abandonado la escuela en el pasado y que se integrarán en la educación formal más adelante», continuó.
Garantizar que los niños desplazados no solo tengan acceso a la escuela, sino que reciban una educación de calidad es una prioridad del JRS y de su respuesta a la crisis. «Hemos desarrollado y puesto en marcha un enfoque multidisciplinar, que incluye formación sobre diferentes planes de estudio educativos, educación inclusiva, apoyo psicosocial y cohesión social. Tratamos de promover un entorno acogedor que satisfaga las necesidades de todos los niños, tanto en los campamentos como en las comunidades de acogida», dijo Valan.
A pesar de todos los esfuerzos, las necesidades para la vuelta al colegio siguen siendo enormes. La falta de infraestructuras y material pedagógico, y la escasez de personal, son solo algunas de las dificultades a las que se enfrenta el sistema escolar chadiano. «A las comunidades les resulta extremadamente difícil proporcionar educación a los niños desplazados por sí solas, ya que tienen menos oportunidades respecto a los medios de vida. Sin duda, para atender a estos recién llegados es necesario movilizar más fondos y recursos», concluye la coordinadora del proyecto.