Irak: La esperanza en una peluquería

01 abril 2017

Avin y otras niñas en las clases de peluquería impartidas por el Centro (Kristóf Hölvényi / Jesuit Refugee Service)
Avin y otras niñas en las clases de peluquería impartidas por el Centro (Kristóf Hölvényi / Jesuit Refugee Service)

Erbil – Avin ha dado la espalda al odio y la violencia que su familia y ella han tenido que experimentar durante buena parte de la guerra en Siria desde 2011. Avin nació y creció en la ciudad kurda de Qamishlo en el norte de Siria, no lejos de la frontera turca. Estos últimos años han sido muy difíciles para los habitantes de la ciudad.

Para Avin y su familia la falta de seguridad y de paz no les dio más opción que buscar refugio en Erbil, Irak. Finalmente, partieron en 2014, en un arduo viaje desde Siria. Hoy su familia se ha establecido en Peresh, un suburbio de Erbil.

El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Irak ha estado sirviendo y acompañando a las personas desplazadas de Irak, así como a muchos refugiados sirios, a través de sus programas.

Un día, Avin y su familia recibieron la visita del equipo de Visitas Familiares del JRS. Le hablaron del proyecto de Ozhal y de varios programas que llevaba a cabo el Centro. Uno de los programas del Centro era el curso de peluquería, muy popular.

Avin no se lo pensó dos veces y se inscribió en el curso. En enero de 2017, comenzó a asistir a las clases de peluquería impartidas por el Centro. Aprendiz rápida y entusiasta, Avin ya ha abierto un centro de peluquería para niñas y mujeres en su propio hogar. Además de complementar los escasos ingresos de su familia, ahora puede hacer algo que le gusta.

Avin expresa su gratitud «por brindarme la oportunidad y la motivación de aprender algo útil y poder sostener a mi familia.»

Ella confía en un mañana lleno de esperanza en el que su trabajo de peluquería y belleza ayude a superar las barreras y la división y, de una manera tangible, unir a la gente.