¿Por qué es importante el trabajo humanitario para las comunidades de El Paso, Texas?
19 agosto 2025
Como parte de nuestra serie de entrevistas con miembros del personal por el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, conversamos con Jovana Nieto sobre el significado y el impacto del trabajo humanitario con – y para – las personas a las que atiende en Estados Unidos.
Jovana trabaja como Coordinadora de Programas para la Red de Acompañamiento a Migrantes de JRS/USA.
¿Por qué es importante el trabajo humanitario para su comunidad?
El trabajo humanitario es vital aquí, en la comunidad fronteriza de El Paso, Texas, porque recibimos familias que han viajado desde países de América Central y del Sur atravesando condiciones muy peligrosas en busca de seguridad. Debemos poder ofrecerles comida, agua, refugio, asistencia médica y acompañamiento espiritual cuando llegan, para que puedan sanar de lo que acaban de vivir y prepararse para el difícil camino que les espera mientras buscan seguridad en Estados Unidos.
¿Cómo se ha visto afectada la población a la que servimos en El Paso por los recortes de financiación en Estados Unidos?
Desde los recortes de financiación, nos hemos visto obligados a reducir nuestro trabajo de acompañamiento. Por poner un ejemplo concreto, nuestros planes de seguridad para las personas se han visto afectados. Antes podíamos apoyar a solicitantes de asilo y refugiados en sus viajes para que pudieran llegar con seguridad a sus ciudades de destino una vez reubicados dentro de EE. UU. Esto era posible gracias a la financiación federal; desde los recortes, ahora no está claro cómo podremos ayudar a las personas a llegar a sus próximas ciudades.
Los programas nacionales de JRS/USA, así como las personas a las que servimos y por las que abogamos, se han visto significativamente afectados por los cambios de política, no solo por los recortes en la financiación de la asistencia humanitaria. El “cierre” efectivo de la frontera entre Estados Unidos y México y los cambios normativos que eliminan las vías legales para solicitar asilo u otras formas de protección significan que prácticamente no se están procesando ni liberando personas por parte de las autoridades fronterizas. Quienes solicitan asilo o protección en la frontera están siendo detenidos.
¿Cuál fue el peor momento para usted?
Hasta ahora, el peor momento para mí ha sido ver cómo los albergues de nuestra comunidad han ido cerrando uno tras otro. La incertidumbre sobre qué pasará con nuestras familias, no saber dónde dormirán o si estarán seguras, ha sido la parte más difícil.
¿Cómo ha podido responder JRS?
JRS ha seguido respondiendo, asistiendo a nuestros hermanos y hermanas migrantes acompañándolos y ofreciéndoles apoyo a través de gestión de casos, asistencia legal y apoyo en salud mental y psicosocial (MHPSS). A pesar de los cambios de política, nosotros, junto con nuestras redes y socios católicos, hemos continuado ayudando a nuestras familias. Lo más importante es que seguimos aquí para acoger a las personas, para ofrecerles amistad y compañía mientras atraviesan tantas dificultades.
Hemos adaptado nuestro trabajo para centrarnos más en el interior de EE. UU., en comunidades donde quienes fueron acompañados por nosotros y conectados con nuestra Red de Acompañamiento a Migrantes ahora afrontan un alto riesgo y ansiedad debido al enfoque de las políticas estadounidenses en la “detención y deportación masiva”, así como al reto de desenvolverse en un sistema legal de inmigración cada vez más complejo.