Un llamamiento conjunto por la paz en la República Democrática del Congo

20 febrero 2025

Un llamamiento a la paz y a la protección de los civiles en el este de la República Democrática del Congo

«No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear», dijo el papa Francisco en 2023 durante su visita a la República Democrática del Congo (RDC), refiriéndose a los ricos recursos que han traído tanto conflicto y muerte al país.

La escalada de violencia en el este de la RDC ha alcanzado un punto crítico, desplazando a miles de civiles, matando a cientos y sometiendo a las comunidades a atrocidades indescriptibles. Como obras de la Compañía de Jesús que promueven la justicia, la dignidad humana, la reconciliación y la paz, condenamos enérgicamente la violencia y las violaciones de los derechos humanos que se están produciendo en la RDC.

Décadas de conflicto armado han privado a innumerables hombres, mujeres y niños de necesidades básicas como el acceso adecuado a alimentos, la atención médica y la educación. Los asesinatos generalizados, las violaciones, el desplazamiento forzado y la destrucción de escuelas y medios de vida han aumentado el riesgo de violencia sexual contra mujeres y niñas, mientras que los niños a menudo son reclutados por grupos armados. El conflicto tiene componentes tanto internos como externos, que pueden representar una verdadera amenaza para la seguridad de los países vecinos.

Llamamos al respeto por la integridad y soberanía de la RDC, y por los derechos de las personas desplazadas internamente a regresar a sus tierras ancestrales.

Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, a las organizaciones humanitarias y a los Gobiernos para que aumenten su apoyo a las comunidades afectadas. Es necesario movilizar ayuda humanitaria urgente para aliviar el sufrimiento, garantizando que la asistencia llegue a los necesitados sin obstáculos.

La ONU, junto con los organismos regionales, deben mejorar las estrategias de mantenimiento de la paz, garantizando la seguridad de las poblaciones vulnerables y facilitando al mismo tiempo la asistencia humanitaria. La protección de los civiles debe seguir siendo el núcleo de todas las intervenciones internacionales, con medidas proactivas para prevenir las atrocidades masivas y restablecer la estabilidad. La atención debe centrarse en la reconciliación a largo plazo, las reformas de la gobernanza y el establecimiento de procesos políticos inclusivos que aborden las causas profundas de los conflictos.

La Iglesia y otras instituciones religiosas han desempeñado un papel fundamental en la consolidación de la paz, ofreciendo espacios para la reconciliación, proporcionando apoyo humanitario y amplificando las voces de los afectados por el conflicto. Hacemos un llamamiento a los líderes religiosos para que sigan solidarizándose con las comunidades que sufren, pidiendo justicia, sanación y diálogo como pilares fundamentales de una paz sostenible.

El papa Francisco dijo recientemente: «Mientras rezo por el pronto restablecimiento de la paz y la seguridad, hago un llamamiento a las autoridades locales y a la comunidad internacional para que hagan todo lo posible por resolver el conflicto a través de medios pacíficos». El pueblo de la RDC ha soportado un sufrimiento inconmensurable. Es hora de tomar medidas decisivas para construir un futuro en el que todos los congoleños puedan vivir en seguridad y libertad.

 

Signatarios:

Alboan
Canadian Jesuits International
Central Africa Jesuit Province – ACE
Entreculturas
Hekima University College
Jesuit Conference for Africa and Madagascar – JCAM
Jesuit Refugee Service – JRS
Social Justice & Ecology Secretariat – SJES