Para ayudaros a entrar en este tiempo de Cuaresma, el JRS ofrece humildemente este libreto espiritual, que intenta traernos a la comunión con nuestros hermanos y hermanas que han sido forzosamente desplazados.
Para más de 100 millones de personas hoy en día, el exilio, sin importar el motivo, es una verdadera Pascua. Un cruce y un paso a través de fronteras asesinas. Es un acto de fe en la promesa de una vida «resucitada». Si la examinamos detenidamente, la vida de un inmigrante resuena con el Misterio Pascual.
Entre los dos gritos, el de la agonía y el de la alegría de la Resurrección, estamos llamados a movernos en dos direcciones: tendiendo la mano para acogerles mediante todas las formas posibles y aprender de ellos. Este es el humilde propósito de este viaje cuaresmal:
Unirse a Jesús en el desierto durante 40 días
con sus compañeros desplazados que ya están allí.