La violencia de el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés), comúnmente conocido como Boko Haram, en el noreste de Nigeria, ha matado a decenas de miles de personas, ha desplazado a millones, ha dañado la economía del país y ha dejado miles de comunidades devastadas.

La educación formal (llamada «educación occidental» por Boko Haram) es el objetivo de los ataques del grupo terrorista, lo que ha llevado al deterioro del sistema educativo tanto en términos de acceso como de calidad. Esto es particularmente cierto en los campamentos para desplazados internos. Hay unos tres millones de niñas y niños en edad escolar en situación de necesidad en el noreste de Nigeria.

Durante el 2018, el JRS ha llevado a cabo una evaluación de necesidades en Nigeria para ver dónde está en mejores condiciones para acompañar, servir y defender a las personas desplazadas del país. El JRS se encuentra en proceso de abrir oficinas en la ciudad de Abuja y de apoyar los proyectos educativos ya existentes en los campamentos de desplazados internos en el noreste de Nigeria.