Llamado humanitario urgente para Sudán: la mayor crisis de desplazamiento en el mundo
08 abril 2024
El conflicto en curso en Sudán ha desplazado a la fuerza a casi 9 millones de personas, convirtiéndolo en la crisis de desplazamiento más severa a nivel mundial. Entre ellos, aproximadamente 7 millones son desplazados internos.
Los niveles de violencia y crueldad observados en Jartum (la capital de Sudán) y en otras áreas del país son horribles, con las poblaciones desplazadas a la fuerza sufriendo episodios horrendos de angustia. Como resultado, aquellos que pudieron lo hicieron todo para huir de estos horrores y cruzaron hacia países vecinos.
A pesar de las crecientes necesidades de la población afectada, la crisis en Sudán ha desaparecido de los titulares. Sin embargo, la terrible situación humanitaria persiste, con requisitos urgentes de protección, educación, apoyo a la salud (mental) y refugio.
El Sudán del Sur ha sido testigo del mayor flujo de personas desplazadas, con más de 600,000 personas cruzando sus fronteras. Chad sigue de cerca, con 600,000 llegadas, mientras que Egipto ha visto 500,000 cruces. Etiopía y la República Centroafricana (RCA) también han recibido números significativos de personas desplazadas.
En el Sudán del Sur, las mujeres y las niñas representan el 50% de la población desplazada, con el 51% siendo niños menores de 18 años (tanto niños como niñas). En Chad, las cifras son aún más alarmantes, con el 58% de las personas desplazadas siendo mujeres y niñas, y el 64% siendo niños menores de 18 años.
En respuesta a esta crisis, el Servicio Jesuita de Refugiados (JRS) opera tanto en Chad como en el Sudán del Sur, centrándose en la educación en Chad y brindando rehabilitación y apoyo en salud mental en el Sudán del Sur. El JRS también proporciona artículos básicos no alimentarios como jabón, colchones y mosquiteros para las comunidades desplazadas más vulnerables, incluidas las personas con necesidades especiales y los sobrevivientes de violencia de género.
Sin embargo, el JRS y otros socios en el terreno enfrentan desafíos significativos para asegurar los recursos necesarios para continuar con el trabajo humanitario vital en estas regiones. La comunidad global debe unir esfuerzos en apoyo a las personas desplazadas de Sudán y servir como un faro de esperanza en esta crisis. Juntos, podemos marcar la diferencia en la vida de aquellos afectados por esta guerra olvidada.
«Una vez más, pido a las partes en conflicto que detengan esta guerra, que causa tanto daño a la población y al futuro del país», dijo el Papa Francisco el 18 de febrero de 2024. «Oremos para que pronto se encuentren caminos hacia la paz para construir el futuro del querido Sudán».