Declaración del JRS sobre el empeoramiento de la crisis en el Líbano
16 octubre 2024
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) expresa su profunda preocupación por la escalada de las hostilidades en el Líbano, que ha provocado una importante pérdida de vidas, heridos y desplazados.
El Ministerio de Salud libanés informa que ha habido más de 2,350 muertos y más de 10,900 heridos, desde el 8 de octubre de 2023. La última ola de violencia se produce tras un año de conflicto a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano, que se ha caracterizado por el desplazamiento de civiles en ambos lados.
Por tercera semana consecutiva, los ataques aéreos israelíes han seguido teniendo como objetivo zonas densamente pobladas de todo el Líbano, provocando oleadas de desplazamientos y agravando aún más las necesidades de las poblaciones afectadas y desplazadas, una situación que ha provocado un sufrimiento inconmensurable a innumerables civiles, la destrucción de infraestructuras vitales y una crisis humanitaria cada vez más profunda.
A partir del 8 de octubre de 2024, las autoridades nacionales estiman que más de 1,2 millones de personas han sido desplazadas. Además, 990 instituciones públicas, incluyendo escuelas, centros educativos y lugares religiosos, se han transformado en refugios de emergencia para acoger a los desplazados.
El JRS cambió sus operaciones y ahora se centra en los refugios de emergencia, la salud mental y el apoyo psicosocial. A partir del 25 de septiembre, el JRS ha distribuido cestas de alimentos, kits de higiene, colchones y almohadas en varios lugares, llegando a más de 5,500 personas.
A los inmigrantes en el Líbano se les ha negado el acceso a los refugios de emergencia gestionados por el Gobierno. En respuesta, el centro de migrantes Arrupe Migrant Center (AMC) del JRS abrió refugios para los migrantes desplazados. El JRS gestiona actualmente dos refugios, que se transformaron rápidamente para responder a las necesidades inmediatas y urgentes.
A través de esta nueva crisis, el JRS seguirá trabajando por la reconciliación y la cohesión social para garantizar que los refugiados y migrantes sean aceptados e incluidos en el tejido social del Líbano y no excluidos del acceso a los refugios de emergencia y a la ayuda. Esta es una crisis que afecta a todas las personas en el Líbano y requiere solidaridad hacia los más vulnerables, independientemente de su origen, religión o estatus legal.
En concreto, pedimos:
- Un alto el fuego inmediato. El JRS pide a todas las partes que acuerden un cese inmediato de las hostilidades en la región. Un alto el fuego es vital para proteger las vidas de los civiles y permitir que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan desesperadamente;
- Comprender la dimensión regional de la crisis. La crisis actual del Líbano trasciende sus fronteras y representa un importante desafío regional que exige la atención inmediata y la acción coordinada de la comunidad internacional;
- El respeto del Derecho Internacional Humanitario. El JRS insta a las partes a respetar el DIH, que incluye los principios de proporcionalidad y distinción entre combatientes y no combatientes, y la protección de civiles, enfermos y heridos, personal médico, personal humanitario, así como las infraestructuras civiles, como hospitales, escuelas, aeropuertos y otras vías de transporte, ambulancias, almacenes y camiones para la entrega de ayuda a todas las comunidades vulnerables;
- Deber de asistencia. El JRS pide a nuestros donantes que sean flexibles con sus donaciones para que podamos apoyar a nuestro personal y a las personas a las que servimos con la reubicación, la asistencia básica y el apoyo psicosocial y de salud mental. El JRS tiene el deber de cuidar de su personal y de las personas a las que servimos en esta situación extremadamente difícil.