Una profesora promueve la sostenibilidad medioambiental en el campamento de refugiados de Kakuma, Kenia

23 octubre 2025

Recho Kibet profesora del JRS en el campamento de refugiados de Kakuma, Kenia (Servicio Jesuita a Refugiados).

« El lugar era seco, polvoriento y sin vida. Pero creía que podíamos transformarlo en un espacio vivo — donde se respira esperanza. »
Recho Kibet es profesora en una de las escuelas gestionadas por el JRS en Kakuma. Este año fue declarada una de las heroínas nacionales de Kenia por su trabajo en temas medioambientales y recibió el premio durante las celebraciones del Mashujaa Day 

Su compromiso medioambiental en Kakuma comenzó en 2018, cuando llegó al campamento de refugiados para enseñar química y biología en la Greenlight Secondary School. En 2021 fue nombrada Subdirectora para ayudar a fundar la Blue State Secondary School. Lo que la esperaba era un desafío: un terreno desnudo, abrasado por el sol, sin un solo árbol ni un trozo de verde. 

Sembrar esperanza en el desierto 

Decidida a marcar la diferencia, Recho animó a sus alumnos y profesores a crear un pequeño club medioambiental. Sin financiación externa, recogieron semillas, reutilizaron botellas de plástico como macetas y comenzaron a reverdecer el suelo árido. 

Las primeras plántulas lucharon por sobrevivir bajo el duro sol de Kakuma, pero el equipo perseveró. Recho convirtió cada fracaso en una lección, vinculando el trabajo práctico con los conceptos científicos de sus clases.
« Cada planta que sobrevivía se convertía en una lección — de biología, de resiliencia y de fe », dijo. 

Recho y sus alumnos cuidan el huerto en el campamento de refugiados de Kakuma (Servicio Jesuita a Refugiados).

Una escuela transformada 

Tres años después, la Blue State Secondary School ha florecido en un oasis verde y frondoso. Los árboles crean senderos sombreados, las flores brotan alrededor de las aulas y los huertos escolares complementan las comidas de profesores y alumnos vulnerables. Verduras como la col rizada, las espinacas y el amaranto mejoran la nutrición y sirven para pequeños proyectos de sostenibilidad dirigidos por los estudiantes.
« Cuando cocinamos las verduras de nuestro propio huerto, es como una victoria — las plantamos con nuestras propias manos », compartió orgullosamente una alumna. 

La transformación de la escuela no solo ha cambiado el paisaje, sino que también ha impulsado una notable mejora académica. En 2024, la escuela registró una puntuación media impresionante en el Kenya Certificate of Secondary Education. Los profesores atribuyen parte de este éxito al entorno tranquilo y verde creado gracias a los esfuerzos de Recho. 

El terreno antes árido ahora ofrece espacios naturales para el estudio bajo los árboles, permitiendo a los estudiantes mantener animadas discusiones en grupo, protegidos del abrasador sol de Kakuma. La vegetación calmante ha mejorado la concentración, la asistencia y la moral general. 

Recho con sus alumnos en el campamento de refugiados de Kakuma (Servicio Jesuita a Refugiados).

Un legado verde que sigue creciendo 

Detrás de esta transformación hay un profundo compromiso con la sostenibilidad y la innovación — las verdaderas fuerzas impulsoras del éxito de la escuela. Recho y su equipo diseñaron un sistema simple pero ingenioso de reciclaje de agua, una innovación que garantiza que no se desperdicie ni una gota y que mantiene la vegetación incluso durante los meses más secos. 

Para continuar con su misión de cuidado ambiental, Recho también colaboró con expertos locales en energía para producir briquetas ecológicas hechas de residuos agrícolas y de papel. La iniciativa ofrece una alternativa limpia y asequible al carbón y la leña, reduciendo directamente la deforestación y fomentando medios de vida sostenibles.
Hoy en día, estas briquetas alimentan tanto las cocinas de la escuela como los hogares de los alumnos. 

« Sé que esto es más grande que una escuela — es un movimiento por el cambio. » dijo Recho.