Sudán del Sur: Los ocho héroes de la primaria de Maban

06 diciembre 2021|Michael Kinaka SJ, Asistente del programa de educación en Maban, Sudán del Sur

Las comunidades de refugiados y de acogida asisten a la escuela del JRS en Maban, Sudán del Sur.
Las comunidades de refugiados y de acogida asisten a la escuela del JRS en Maban, Sudán del Sur.

En mi oración contemplativa de la encarnación, imagino a la Santísima Trinidad contemplando la situación de la educación en Maban.

Veo a las tres personas deseando que los hijos de Dios en esta parte de nuestro universo experimenten una educación de calidad. Muchos niños de Maban, tanto en las poblaciones de refugiados como en las comunidades de acogida, siguen teniendo dificultad para acceder a la educación. Muchos no tienen un lugar al que llamar escuela.

Hace unos años, el JRS comenzó a responder a todo esto para apoyar la educación de las comunidades marginadas de Maban. Se identificó a la comunidad de Uffra y se la apoyó en la creación de algunas instalaciones escolares básicas, junto con el suministro de materiales de lectura, incentivos a los profesores y programas de alimentación para los alumnos.  Aunque humilde, el centro es una fuente de esperanza y alegría para muchos. Aquí, los jóvenes de Sudán del Sur tienen la oportunidad de soñar.

Nuestro Gobierno anfitrión ideó un plan de estudios que acelera la duración de la escuela para dar cabida a los alumnos de «edad avanzada». Este Programa de Aprendizaje Acelerado dura cuatro años en lugar de los ocho habituales que se necesitan para completar el ciclo primario de estudios.

Recientemente, dos de los candidatos del primer grupo de ocho estudiantes de primaria de la escuela de Uffra han aprobado sus exámenes finales. Créanme, este es uno de los mayores logros y bendiciones que hemos recibido este año. Mabruk /felicidades a Joseph y Jerica, nuestros dos chicos que nos han hecho sentir orgullosos. Ahora tienen una historia de éxito que contar.

Como buenos hijos de la tierra, Jerica y Joseph fueron celebrados por todo el pueblo por demostrar a sus compañeros que es posible sobresalir si se les da la oportunidad. La familia de Jerica organizó una celebración que reunió a los profesores de su hijo, a algunos integrantes del personal del JRS y a otros integrantes de la comunidad en este baile de agradecimiento.

Tuve una charla cordial con Jerica «¿Cómo te sientes hoy?» le pregunté. «Estoy muy feliz». «¿Por qué estás feliz, Jerica?» Respondió: «Por la salvación».  Los pensamientos de Jerica sobre lo que la celebración le hizo sentir, así como lo que significó para él, destilan gratitud. A pesar de su corta edad, está centrado en continuar con su educación, en decir no al matrimonio «precoz y forzado» y en convertirse en un hombre para ayudar a los demás. Posiblemente, el uso de la palabra «salvación» por parte de Jerica como resumen de sus sentimientos no solo implica su fuerte fe en Dios, que salva, sino que también se refiere a lo que él considera el propósito de la educación. Todos estaríamos de acuerdo con él en que la educación nos libera de la ignorancia y de otros males que inhiben nuestra convivencia fraternal.

Considero que la celebración para honrar el logro de Jerica es indicativa de un cambio cultural a favor de la educación. Las elaboradas celebraciones comunitarias en su honor se organizan habitualmente para conmemorar el matrimonio de jóvenes de ambos sexos. Curiosamente, en el caso de Jerica, el mismo baile, por parte de la misma comunidad, se hizo con motivo de su logro educativo.

Mientras la Trinidad mira hacia la tierra y decide enviar a uno de ellos para ayudar al mundo, nosotros nos sentimos llamados a entregarnos más para acompañar a nuestros jóvenes en su camino educativo. Siguen necesitando nuestro apoyo para seguir caminando por esta senda en busca del conocimiento.

Shukran