Refugiado sursudanés que lucha por la paz tras huir de Sudán
13 junio 2023
Mario*, de 52 años, se encuentra en el centro de tránsito de Renk (Sudán del Sur) desde el 5 de mayo, cuando llegó en coche con otras 20 personas, tras huir del conflicto en Sudán.
Esperó dos semanas encerrado en su casa de Jartum con la esperanza de que acabara la violencia: «Había tropas por todas partes… los niños estaban traumatizados por el ruido de las balas», explica. Cuando vio que la situación no mejoraba y que era difícil encontrar alimentos y otros artículos de primera necesidad, decidió marcharse: «Ya no teníamos agua, ni comida, ni seguridad, ni servicios».
Mario, originario de Sudán del Sur, vivía en Sudán como refugiado. En Jartum era profesor de preescolar y dirigía una organización que impartía clases de arte e iniciativas destinadas a promover la paz y la reconciliación entre jóvenes de distintas tribus y comunidades. «Las artes son importantes para promover la paz, es la forma más rápida de que los niños se unan y aprendan», explica. «En Sudán, las comunidades están divididas en función del tribalismo. Pero cuando se trata de organizar una obra de teatro, todos se unen».
La vida en Renk no es fácil para Mario: «La gente se pelea por el agua», denuncia. Las difíciles circunstancias en las que vive Mario no han debilitado su deseo de luchar por un futuro mejor. «Tenemos que difundir el mensaje de la paz», afirma.
*nombre de fantasía para proteger la identidad de la persona
«Vivimos en guerra y los niños necesitan paz. En paz, puedes ir a la escuela, puedes ir a visitar a tu familia, puedes ir a la granja, al mercado… pero cuando no hay paz, no hay nada de esto, no hay nada que hacer ni ningún sitio al que ir. Necesitamos paz para vivir».