Ecos del desplazamiento: sueños y esperanzas de los jóvenes en Myanmar
23 abril 2024
“Ecos del desplazamiento” es una serie de vídeos sobre la vida cotidiana, los sueños y las esperanzas de estudiantes desplazadas en Myanmar.
En febrero de 2021, un golpe militar y los conflictos subsiguientes sumieron a Myanmar en una grave crisis humanitaria. Más de 2,6 millones de personas se vieron desplazadas internamente (PDI), 2,3 millones de ellas tras el golpe. La intensificación de los combates a finales de octubre de 2023 obligaron a más de 600.000 personas a abandonar sus hogares.
Desde entonces, la vida en Myanmar ha cambiado. Los derechos humanos y las libertades básicas luchan por garantizarse.
Los niños que se ven obligados a huir de un lugar a otro en busca de seguridad no pueden ir a la escuela con regularidad. Además, centrarse en el estudio es difícil porque los niños trabajan para contribuir al sustento de sus familias.
La educación se resiente. Debido al conflicto en curso, las escuelas sufren ataques y muchas han sido cerradas.
En estos contextos, brindar acceso a la ayuda humanitaria, incluyendo una educación segura, inclusiva, sin interrupciones y de calidad, no sólo alimenta la esperanza, sino que también prepara a los niños con las herramientas necesarias para construir el futuro que desean.
Huyendo hacia la esperanza
Cuando se vio obligada a dejar la escuela, empezó a trabajar para ayudar a su familia.
Ahora que ha vuelto a clase, quiere divertirse con sus amigos y crear todos los mejores recuerdos posible.
(Niña de 14 años que vive en un campo de desplazados internos en Myanmar)
Espíritus inquebrantables
Antes de dejar la escuela a causa del COVID-19 y la guerra, siempre participaba en las carreras deportivas organizadas por su escuela. Siempre ganaba el primer o segundo lugar.
Ella desea que las cosas vuelvan a ser como antes y anima a los jóvenes de su edad a seguir adelante, por más difícil que sea.
(Niña de 16 años que vive en un campo de desplazados internos en Myanmar)
Esperanza en las sombras
A los 26 años quería trabajar como enfermera. Tras el golpe de Estado, su vida cambió. El miedo interrumpió la vida pacífica que ella conocía.
Ahora se compromete a cultivar una cultura de paz y pide que la educación se convierta en una prioridad.
(Niña de 26 años, que vive en un pueblo de Myanmar)