Conmemorando el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria: «Un trabajo más allá de lo perceptible»

19 agosto 2020

Minguenar Thierry, profesor de francés como lengua extranjera (FLE por sus siglas en francés) en el campamento de refugiados de Farchana, en el este del Chad.
Minguenar Thierry, profesor de francés como lengua extranjera (FLE por sus siglas en francés) en el campamento de refugiados de Farchana, en el este del Chad.

Minguenar Thierry lleva más de dos años trabajando con el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) como profesor de francés como lengua extranjera (FLE por sus siglas en francés) en el campamento de refugiados de Farchana, en el este del Chad. Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, compartimos su testimonio y reflexión sobre el trabajo humanitario.

Hace 25 meses que el JRS me contrató como profesor de FLE en la subdelegación de Farchana. Como cualquier joven que acaba de conseguir un empleo tras años de esfuerzos, mi objetivo era ganarme la vida.

Sin embargo, las cosas fueron cambiando paulatinamente. He sido testigo de una transformación interior, de una nueva mentalidad.

Mis estudiantes, incluidas las madres jóvenes, tienen un gran deseo de aprender este idioma, ajeno para ellas, a pesar de los muchos desafíos cotidianos a los que se enfrentan. Me hicieron descubrir una vertiente de mi trabajo que desconocía hasta entonces: el humanismo.

Me di cuenta de que no tenía que trabajar solo por dinero, sino también para ayudar, mejorar las cosas, incluso las cosas más nimias, en la vida de estas personas que enfrentan tantas dificultades. ¡Sí, esas madres con sus bebés en la espalda o acunándolos en sus brazos en clase me transformaron!

Descubrí el valor del trabajo humanitario: servir a los demás. Experimenté esta verdad de primera mano. Nuestro trabajo ayuda a reconstruir una vida o, al menos, a recuperar la felicidad.

Me entusiasma encontrarme a personas a las que enseñé francés hablándolo en los campamentos o en las redes sociales.

Es una gran alegría ir más allá de la mera relación maestro y alumno y contar con el reconocimiento de nuestra humanidad compartida.

Ahora me siento orgulloso de haber descubierto la importancia de mi trabajo, gracias a estas humildes experiencias. Además, doy las gracias a mis compañeros, que me han ayudado a comprender y experimentar el verdadero significado del trabajo en equipo.

Lo que alguna vez fue una forma de ganarme la vida se ha convertido en una experiencia que me ha cambiado de manera positiva.