Amro, joven inventor refugiado sirio, revela su talento

31 octubre 2022

Amro, refugiado sirio y estudiante del JRS en el Líbano, posa orgulloso con uno de sus inventos: un barco que funciona con baterías.
Amro, refugiado sirio y estudiante del JRS en el Líbano, posa orgulloso con uno de sus inventos: un barco que funciona con baterías.

Amro, de 10 años, es un estudiante de una de las escuelas del JRS en Baalbek, Líbano. Refugiado de la ciudad occidental siria de Homs, él y su familia huyeron al Líbano después de que la violencia del conflicto sirio se acercara a su hogar.

Amro tenía solo tres años cuando llegó a la ciudad de Baalbek, en el valle de la Bekaa. Debido a la dificultad de trasladar a la familia al Líbano, y a sus difíciles circunstancias económicas, los padres de Amro no pudieron matricularlo en la escuela hasta que dieron con Al Noor 1, una escuela del JRS que ofrece educación gratuita.

Al principio de su trayectoria académica, Amro se encontró con varias dificultades de aprendizaje, era muy tímido y carecía de experiencia previa para encajar en la escuela y con otros estudiantes.

Amro luchó contra el hecho de sacar malas notas en la mayoría de las asignaturas y cuando estaba en el segundo curso, empezó a centrar su atención en el dibujo. Su tutor de arte se dio cuenta de sus logros artísticos y empezó a mostrarlos a sus compañeros de clase, a la dirección del colegio y a otros profesores.

El pequeño inventor de hoy será grande en el mundo de mañana.
El director de la escuela

La madre de Amro contó que a su hijo le apasionaba dibujar desde pequeño y que, en los momentos difíciles, se encariñaba aún más con sus vibrantes creaciones. El apoyo que Amro recibió del equipo de la escuela contribuyó a fomentar su creatividad. «Cada vez que escuchaba una palabra de admiración y elogio de sus tutores, volvía a casa lleno de confianza y con nuevas ideas que buscaba poner en práctica», afirma.

Las habilidades y destrezas de Amro han crecido considerablemente con el tiempo, empezó a explorar inventos y aplicaciones de ingeniería con la ayuda de sus tutores. Amro también está muy interesado en aprender sobre circuitos eléctricos de la mano de su padre y con la orientación de su madre, empezó a mostrar sus habilidades e inventos en las redes sociales (TikTok, YouTube y Facebook).

Sus técnicas e inventos son extraordinarios para un niño de doce años; recoge materiales de construcción de la basura, una práctica digna de mención en una época en la que hay tantos residuos.

Entre sus inventos más notables se encuentra un robot limpiador de suelos hecho con cajas de consolas y papel desechados que él mismo puede controlar, un coche de cartón para clasificar residuos y un molino de agua que funciona con pilas.

 

Una de las creaciones de Amro: un coche de cartón para la clasificación de residuos.

 

Sus inventos le han hecho muy conocido en la escuela y entre otros estudiantes. Su tutor de matemáticas afirma: «Sinceramente, creo que Amro es un ingeniero brillante a pesar de sus escasos recursos».

Mientras tanto, el director de su escuela dice: «Amro es uno de nuestros tesoros ocultos. Podemos ayudarle a cumplir su sueño, así como nuestro sueño de ser una escuela que se sienta orgullosa de sus alumnos. El pequeño inventor de hoy será grande en el mundo de mañana».

Los proyectos futuros de Amro incluyen intentar resolver el problema de los apagones obteniendo electricidad de fuentes que aún no se han revelado. La historia de la vida de este joven, sus sueños y sus ambiciones muestran el potencial de la juventud cuando se la empodera. Es este tipo de acompañamiento, la atención a las capacidades de cada niño, lo que esperamos proporcionar a todos nuestros alumnos, para que sean libres de perseguir sus sueños.

 

 

Esta historia fue publicada por primera vez por el JRS USA.