Amplificar las voces de los discapacitados visuales en Sudán del Sur

01 marzo 2022|Kinaka Michael SJ, Education Programme Assistant in Maban, South Sudan

discapacitados visuales
El 4 de enero de 2022, el JRS en Sudán del Sur celebró el Día Mundial del Braille con actuaciones en las que participaron personas con discapacidad, refugiados y comunidades de acogida. En este día se celebró a los discapacitados visuales y la extraordinaria contribución que el Braille ha aportado a su mundo.

La magia del braille, un avance para la alfabetización de los invidentes

Sin las palabras, visibles o tangibles, no puede haber educación. El braille, el lenguaje de los discapacitados visuales, es un sistema de puntos en relieve que permite a los invidentes leer y escribir con los dedos. Este sistema consta de seis puntos en los que la línea vertical consta de tres puntos y la horizontal de dos. La combinación de estos puntos en todo tipo de posiciones produce caracteres a los que asignamos un significado particular, igual que las personas videntes asignan un significado a la impresión de tinta.

Es sorprendente cómo seis puntos pueden combinarse para representar tantas cosas, como letras, signos de puntuación, señales, números y notación musical. Pero, nuevamente, ¡miren lo que un idioma como el inglés puede hacer o decir con un alfabeto de solo 26 letras!

«No hay mejor momento para ser invidente que hoy», dijo el Sr. Adut durante su presentación sobre la inclusión. Bwana Adut es un joven refugiado con discapacidad visual que actualmente cursa el tercer ciclo en una de las escuelas secundarias comunitarias de Maban. Se considera bendecido por tener la oportunidad de aprender a través del braille.

El sistema braille se adoptó como lengua oficial para los invidentes hace apenas un siglo. El Sr. Adut tiene claro que hace un siglo no existía la alfabetización para los discapacitados visuales debido a la falta de palabras visibles o tangibles. Por ello, considera que tanto él como los pocos discapacitados visuales de Maban, que han tenido la oportunidad de obtener una educación formal a través del braille, han vivido una época muy privilegiada.

Superar las barreras de la educación para los invidentes

El mayor reto al que se enfrenta Adut, como alumno con discapacidad visual, es que ninguno de sus profesores puede transcribir el contenido de las clases al braille. Esto significa que no puede recibir apuntes, ni ningún tipo de tarea escrita de sus profesores. Además, el Ministerio de Educación no dispone de materiales de aprendizaje y enseñanza en braille que puedan ayudar a los discapacitados visuales.

Por ello, Adut depende de la generosidad de sus compañeros y amigos videntes, que le repiten oralmente el contenido de la clase, tras lo cual él lo traduce al braille para consultarlos.

De vez en cuando me reúno con Adut para aprender unos de otros y practicar el braille. Es en estos encuentros donde apreciamos la belleza de cada experiencia humana que enriquece nuestra diversidad.

La buena noticia es que Adut ha superado su discapacidad visual y siente que su aventura en la educación le ha dado una voz para defender a los demás.

Es el único de su campo de asentamiento que ha tenido la suerte de recibir educación formal. Adut cree que no se trata tanto de la limitación física a la que se enfrentan los invidentes como de las estructuras y barreras sociales y educativas que le impiden destacar.

En definitiva, Adut es un gran testimonio de esperanza y resistencia de cómo podemos romper todo tipo de barreras por los demás.

Shukran.

 

Este artículo se publicó por primera vez en JRS East Africa.