En muchas partes del mundo, las chicas no van a la escuela cuando tienen la menstruación.

Una de las razones es la pobreza: el coste de los materiales menstruales, como las toallas sanitarias, puede estar fuera del alcance de muchas familias. Otras razones para faltar a la escuela son las creencias culturales y el estigma que rodea a la menstruación.

Las chicas en situación de desplazamiento se ven especialmente afectadas, ya que suelen vivir en entornos en los que la salud e higiene menstrual (SHM) no es una prioridad.

Como resultado, el aprendizaje de las chicas refugiadas se ve continuamente interrumpido. A partir de la escuela primaria, las chicas comienzan a abandonar sus estudios debido a varios obstáculos que se superponen. Muchas de ellas nunca llegan a la educación secundaria.

En el JRS, estamos abordando algunas de las barreras que impiden el acceso y la permanencia de las chicas en la escuela a través de lo siguiente:

Proporcionar Materiales y Suministro de SHM

Con demasiada frecuencia, las chicas no disponen de los materiales y suministros de SHM que les permitirían vivir su período de forma segura y relajada.

Proporcionar toallas menstruales lavables y reutilizables, junto con otros suministros necesarios, como jabón, cubos y bolsas de almacenamiento, puede ser una forma inmediata y eficaz de devolver la dignidad a las chicas y ayudarles a permanecer en la escuela.

Chicas que han recibido kits de SHM del JRS y sus socios en la escuela de Dibina, Lago Chad.

Construir y mantener las instalaciones de SHM

Un enfoque integral de la salud menstrual no puede limitarse a los materiales y suministros. Para que las chicas se ocupen de su salud menstrual con serenidad, se necesitan instalaciones adecuadas y seguras.

Dentro de los entornos escolares en los que trabaja el JRS, esto significa garantizar aseos y espacios de lavado adecuados para las chicas. Estos deben ser seguros y estar convenientemente ubicados, deben garantizar la privacidad mediante puertas y cerraduras y deben estar equipados con opciones de eliminación de residuos y una buena iluminación.

Dormitorios para chicas recién construidos en la Escuela Secundaria de Mungula, Uganda.

El edificio más pequeño de la izquierda es un aseo para mujeres.

Fomentar la Educación respecto a la SHM

La concienciación y la educación sobre la salud menstrual son fundamentales para que las chicas se sientan lo suficientemente seguras como para ir a la escuela mientras tienen la menstruación.

Desgraciadamente, en muchos lugares todavía existen mitos y tabúes sobre la menstruación. Las chicas no reciben la información que necesitan para gestionar cómodamente sus períodos. Como resultado, pueden sentir vergüenza, bochorno, culpabilidad —incluso miedo— cuando empiezan a menstruar. El estigma en torno a la menstruación también puede provocar acoso y violencia en la escuela.

La educación en materia de salud sexual y reproductiva informa y capacita a las chicas para que se sientan más cómodas con sus períodos y cuiden de su salud. Sin embargo, para acabar de verdad con el estigma que rodea a la menstruación, es necesario incluir a los chicos y a los hombres en la educación sobre la SHM. Esto es algo clave para crear un entorno escolar y una comunidad de apoyo.

Los representantes de los estudiantes escriben los puntos de acción de SHM tras una formación del JRS sobre el tema, Uganda.