En Filipinas, el JRS está trabajando en la isla de Mindanao, atrapada en un conflicto armado desde la década de los 70. El asedio de Marawi en 2017, y otros incidentes violentos, llevaron a la declaración de la ley marcial y exacerbaron la crisis de seguridad y desplazamiento que han afectado a la región durante décadas. Unos 4 millones de filipinos se han visto desplazados por los conflictos armados, el crimen y la violencia entre clanes en Mindanao desde el año 2000.

En cooperación con contrapartes locales, el JRS Filipinas ofrece apoyo a las personas desplazadas por la fuerza dentro del país debido a conflictos armados y desastres naturales.

El JRS Filipinas se centra en grupos de mujeres y en la promoción de medios de vida sostenibles para las personas desplazadas y las comunidades de retornados. Estos esfuerzos están destinados a fortalecer la participación y la voz de los desplazados internos en las actuales conversaciones de paz.