Incidencia

La prioridad de JRS para 2025-2029 es conectar los procesos de incidencia local, regional y global que cuestionan los marcos jurídicos injustos, se esfuerzan por cambiar la opinión pública, ayudan a generar soluciones sostenibles y duraderas, y empoderan a las personas desplazadas por la fuerza para que ejerzan sus derechos humanos.

Para el JRS, la defensa significa garantizar que los refugiados reciban un trato legal y humano. Esto implica esfuerzos sistemáticos para influir en las políticas, las leyes y la opinión pública con el fin de crear cambios estructurales que protejan y promuevan los derechos de las personas desplazadas por la fuerza.

La defensa es importante porque las barreras políticas y legales a menudo limitan el acceso de los refugiados a la protección, los medios de vida, la educación y los servicios esenciales. La voluntad y el apoyo públicos son cruciales para crear soluciones duraderas y sociedades más acogedoras. Al empoderar a las comunidades de refugiados y amplificar sus voces, la defensa garantiza una representación auténtica y ayuda a desafiar las narrativas dañinas que estigmatizan o marginan a los refugiados.

El enfoque del JRS

La defensa del JRS comienza con la experiencia vivida por las personas desplazadas por la fuerza. Acompañamos a los refugiados en su vida cotidiana, basando nuestras posiciones en lo que nos cuentan y en los datos recopilados a través de nuestros programas.

Sobre esta base, el JRS aboga en múltiples niveles interconectados. A nivel local, trabajamos junto con las comunidades y los socios para responder a casos concretos y abordar las barreras que impiden el acceso a los derechos, la protección y los servicios. A nivel nacional y regional, colaboramos con organizaciones dirigidas por refugiados, la sociedad civil, actores religiosos, ONG, instituciones eclesiásticas y redes para influir en las leyes, las políticas y las actitudes sociales, utilizando pruebas locales para defender políticas más justas y sociedades más acogedoras.

A nivel internacional, incluso a través de nuestras oficinas en centros políticos clave como Bruselas, Roma o Ginebra, colaboramos con gobiernos, organizaciones internacionales y organismos eclesiásticos para garantizar que las realidades a las que se enfrentan los refugiados den forma a los debates, las normas y los compromisos mundiales, como las promesas realizadas en el Foro Mundial sobre los Refugiados. En todos estos niveles, colaboramos estratégicamente con los medios de comunicación y los líderes de opinión, y apoyamos a los defensores de los refugiados para que puedan expresarse en los ámbitos público, político y diplomático. El JRS coordina estos esfuerzos para que la defensa de los derechos de la comunidad, el trabajo social, los programas y la labor política se refuercen mutuamente, amplificando las voces de los refugiados y convirtiendo la experiencia local en un cambio sistémico.

Qué hacemos

Nuestras prioridades globales en materia de defensa de los derechos son:

  • Acceso a la educación e inclusión de los estudiantes refugiados en los sistemas educativos nacionales: queremos que las personas desplazadas por la fuerza tengan un mayor acceso a una educación de calidad y sean incluidas en los sistemas educativos nacionales, con igualdad de oportunidades y sin discriminación.
  • Acceso al territorio y al estatuto jurídico: queremos que las personas desplazadas por la fuerza tengan acceso a un territorio seguro donde puedan buscar y disfrutar de protección y ser aceptadas sin discriminación ni marginación.
  • Acceso a la salud mental y al apoyo psicosocial: queremos que las personas que viven en situación de desplazamiento puedan alcanzar su pleno potencial y prosperar mediante el acceso a una salud mental y un apoyo psicosocial de calidad y pertinentes.