Frente a los numerosos desafíos del desplazamiento forzoso, podemos encontrar esperanza y fuerza caminando junto a nuestros hermanos y hermanas desplazados y siendo testigos de su notable capacidad de recuperación.

Recemos juntos para que todos los refugiados de todo el mundo puedan curarse, aprender y determinar su propio futuro.

Descarga la oración y comprometes a no olvidar a nuestros hermanos y hermanas desplazados por la fuerza, vengan de donde vengan.