Cambio Climático y Desplazamiento
La prioridad de JRS para 2025-2029 es fortalecer la resiliencia climática de las personas a las que atendemos, profundizar nuestra comprensión de cómo el cambio climático provoca desplazamientos forzados y abogar por la justicia ecosocial y mecanismos de protección eficaces para las personas desplazadas por la crisis climática.
El cambio climático ya no es una amenaza lejana, sino una emergencia mundial actual. En todo el mundo, sus efectos están destruyendo medios de vida, agravando las desigualdades y obligando a millones de personas a abandonar sus hogares.
Las sequías prolongadas, las inundaciones devastadoras y el aumento del nivel del mar se han convertido en una realidad cotidiana para comunidades que ya sufren la pobreza y los conflictos. El cambio climático multiplica estas vulnerabilidades, erosionando la seguridad alimentaria, intensificando la competencia por los escasos recursos y socavando la paz.
Sin embargo, en medio de esta crisis, muchas comunidades se están uniendo para proteger sus tierras y reconstruir sus vidas. Están encontrando formas creativas de cultivar alimentos, adaptarse a las condiciones climáticas extremas y exigir políticas públicas que salvaguarden su futuro.
El enfoque del JRS
El JRS forma parte de un movimiento jesuita y religioso cada vez más amplio en favor de la reconciliación con la creación, una respuesta colectiva a nuestra vocación común de cuidar nuestra casa común y servir a los más vulnerables, que son los que soportan la mayor carga de la crisis climática.
Reconocemos que responder al desplazamiento forzoso hoy en día requiere afrontar las injusticias medioambientales y sociales que lo provocan. No puede haber una verdadera protección de la dignidad humana sin un planeta habitable. Por esta razón, nos comprometemos a integrar la justicia ecosocial en todos nuestros programas.

Qué hace el JRS
En todo el mundo, el JRS acompaña a las comunidades que se encuentran en primera línea de la emergencia climática, trabajando para prevenir y mitigar los efectos del cambio climático. Caminamos junto a ellas mientras buscan soluciones sostenibles para adaptarse a sus nuevas realidades.
En África y Asia, acompañamos a las poblaciones rurales y costeras que se adaptan a las frecuentes inundaciones, al aumento del nivel del mar y a la degradación de la tierra, ayudando a las comunidades a fortalecer su resiliencia mediante la formación, la investigación y la sensibilización.
En América Latina, el JRS apoya a las familias que han perdido sus medios de vida a causa de los huracanes y las sequías. Documentamos cómo las acciones humanas intensifican los fenómenos climáticos que causan desplazamientos y abogamos por soluciones justas e inclusivas.
El JRS sirve de puente entre las realidades locales y la política global, garantizando que los desplazamientos provocados por el clima sean visibles, comprendidos y abordados. Abogamos por políticas nacionales e internacionales que reconozcan y protejan a los más afectados.
Los retos son inmensos, pero también lo es nuestra capacidad compartida para la esperanza. A medida que el cambio climático remodela nuestro mundo, el JRS mantiene su compromiso de acompañar a los más afectados, transformando la compasión en acción.