El este del Chad alberga a más de 300.000 refugiados de la región de Darfur, Sudán, que huyeron de sus hogares a partir de 2003. Miles de refugiados llevan viviendo repartidos ​​entre doce campamentos en el este de Chad desde hace más de una década. Como refugiados en uno de los países más pobres del mundo, los niños y los jóvenes tienen problemas para acceder a una educación de calidad.

En una situación prolongada como la del Chad, donde los refugiados tienen pocas esperanzas de regresar a sus hogares o ser reasentados en un tercer país, las oportunidades para integrarse y contribuir a la comunidad local son esenciales.

El JRS comenzó a trabajar en el Chad en 2006 y ahora supervisa los programas de educación para refugiados en el este del país, lo que incluye la educación preescolar, primaria, secundaria y superior. El JRS Chad también ofrece cursos de idiomas, gestiona bibliotecas y coordina espacios para niños en el marco de programas extracurriculares y extraescolares.

Además, el JRS mantiene muy buenas relaciones con las autoridades locales y acceso directo al Ministro de Educación. Esta relación ha llevado a la integración de las escuelas de los campamentos en el sistema educativo público chadiano. Además, el JRS ha desarrollado una asociación fundamental con la universidad de Abéché, donde los estudiantes refugiados están estudiando para obtener sus certificaciones nacionales de maestros.

Con la ONG Entreculturas, el JRS Chad participa en la Campaña Luz de las Niñas desde 2019. Este proyecto de advocacy pretende dar visibilidad a las diferentes dificultades a las que se enfrentan las niñas refugiadas y locales en el país y ofrecer una oportunidad de expresión a miles de niñas.

Desde 2020, el JRS extiende sus operaciones a la región del Chad Lac, con un proyecto de higiene menstrual financiado por UNICEF.