Declarado como uno de los fenómenos meteorológicos más mortíferos y amplios que el Hemisferio Sur ha enfrentado, el ciclón Idai se desató con furia sobre diferentes partes de África austral en la última semana. La devastadora tormenta causó un desplazamiento masivo, afectando la vida de los refugiados en toda la región y dejando un rastro de destrucción y muerte en Mozambique, Zimbabue y Malaui.

En Zimbabue, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) trabaja en el campamento de refugiados de Tongogara. Situado en Chipinge, Zimbabue, este campamento acoge a más de 10.000 refugiados, la mayoría de los cuales llegaron allí huyendo de la República Democrática del Congo. El ciclón Idai ha causado daños generalizados en el campamento, que, ubicado en tierras bajas junto a un río, quedó aislado del resto del país debido al desbordamiento del mismo. Se trata de una de las áreas más dañadas.

Un total de 845 personas del campamento se han visto afectadas por el ciclón. Estos refugiados y solicitantes de asilo ya han sufrido mucho al tener que huir de sus países de origen para ponerse a salvo y encontrar seguridad.

Más del 90 por ciento de los refugiados viven en casas de ladrillos de adobe sin cocer. Los tres días de viento y lluvia hicieron que las casas de barro, las tiendas, los baños y otras estructuras se desplomaran. Más de 100 hogares colapsaron. Es más, los que siguen en sus casas de barro temen que estas puedan derrumbarse porque las paredes están mojadas.

Con el agua a la altura de las rodillas, las letrinas se desbordaron y vertieron los residuos por el campamento, echando a perder el suministro de granos, que ya estaba empapado.

El JRS Zimbabue está coordinando los trabajos de ayuda y organizando la colecta de artículos en la oficina regional del JRS en Johannesburgo. Para obtener más información sobre la oficina del JRS África Austral, visite su sitio web.