Tejiendo puntadas de esperanza en los asentamientos informales de Afganistán

27 diciembre 2024

El JRS impartió formación en sastrería a grupos de jóvenes desplazados en uno de los asentamientos informales de Afganistán.
Mujeres que participan en el programa de formación en sastrería del JRS en Afganistán (Servicio Jesuita a Refugiados).

En medio del caos de una concurrida carretera de la ciudad de Kabul a primera hora de la mañana, las máquinas de coser producen una dulce melodía para los oídos de Lal Mohammad mientras sigue cosiendo ropa tradicional afgana para sus clientes. Lal Mohammad trabaja con un grupo de otros nueve jóvenes formados por el JRS en uno de los asentamientos informales para desplazados internos.

«Sentí una sensación de dignidad durante el Eid-e-Qurban cuando recogí el dinero que tanto me había costado ganar tras las largas jornadas de trabajo en nuestra tienda», dijo. La festividad de Eid-e-Qurban marca la temporada alta para los sastres, ya que regalar ropa a los familiares es una tradición muy apreciada.

Participantes en el programa de formación en sastrería del JRS en Afganistán.
Ya no somos solo supervivientes, somos creadoras, soñadoras y emprendedoras.
Sohalia, participante en la formación de sastrería del JRS en Afganistán

El JRS impartió formación en sastrería a dos grupos de 24 mujeres y a un grupo de 12 hombres. El «viaje de costura» fue también una experiencia profundamente terapéutica. Los jóvenes participantes formaron una comunidad muy unida, apoyándose mutuamente en los retos a los que se enfrentaban. Compartieron sus miedos y sueños, encontrando fuerza en las historias de los demás. «No somos solo participantes, somos hermanas», dijo Sohaila, con los ojos brillantes de emoción. «Juntas, estamos cosiendo nuestras esperanzas en cada pieza que creamos».

Marzia se hizo eco de las palabras de su colega. Antes soñaba con ser maestra, pero la violencia que asoló su pueblo la obligó a huir, dejando atrás no solo su hogar sino también sus aspiraciones. «Pensé que lo había perdido todo, pero cuando oí hablar del programa de sastrería, sentí una chispa de esperanza. Era una oportunidad para aprender algo nuevo y reunirnos me ayudó a liberar mis tensiones», cuenta.

Una mujer participa en el programa de formación de sastrería del JRS Afganistán.

A través del programa de sastrería, los jóvenes participantes han encontrado algo más que un medio para ganarse la vida. «También encontramos esperanza y un sentido de propósito. Ya no somos solo supervivientes, somos creadoras, soñadoras y emprendedoras», concluye Sohalia.

Puede que los hilos de su pasado se hayan deshilachado, pero están decididos a tejer un futuro mejor.