«Queremos algo más que recibir»: la protección de los refugiados en nuestros tiempos

22 julio 2025|Franck Aristide Brou SJ, Responsable de Seguimiento Educativo del JRS RCA, y Amaya Valcárcel, Responsable de Incidencia Internacional del JRS

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Franck Brou SJ, Responsable del Seguimiento Educativo del JRS RCA, compartió sus reflexiones sobre la protección de los refugiados.

Franck Brou, SJ, es un joven escolástico jesuita de Costa de Marfil. Trabajó con migrantes y refugiados durante cinco años en Calais, Francia, entre 2019 y 2024. Después, Franck se trasladó a la República Centroafricana (RCA) en septiembre de 2024, donde se unió al Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Bangui y trabajó como Responsable de Seguimiento Educativo, centrándose en la educación y la protección.

Le impresionó la forma en que las personas en el exilio entendían la protección: tiene que ver con la confianza, la amistad y la bondad. Esto es lo que Franck ha experimentado y compartido con nosotros.

¿Qué significa para ti la protección después de trabajar en contextos extremos?

En un festival solidario en Calais, organizado por Secours Catholique en 2023, muchos participantes desplazados expresaron que no se sentían respetados, a pesar de recibir artículos de primera necesidad, como alimentos y productos de higiene. Uno de los participantes expresó claramente el problema más profundo: «Queremos algo más que recibir, queremos compartir nuestros pensamientos con ustedes». Esto me hizo pensar mucho en lo que realmente significa la protección. Puso de manifiesto la brecha entre la ayuda que recibía la gente y lo incluida o valorada que se sentía. El sistema humanitario ofrecía protección jurídica y ayuda material, pero muchos seguían sintiéndose ignorados, impotentes y dependientes. A menudo se les veía como objetos de lástima, en lugar de como personas con capacidad para contribuir y crecer.

Esto creaba una dolorosa paradoja: aunque recibían apoyo, no se sentían realmente protegidos, porque para ellos la protección real significaba algo más que la mera supervivencia. Significaba ser vistos, respetados e incluidos.

¿Cuál es el contexto de la República Centroafricana y el trabajo del JRS allí hoy en día?

Desde 1960, la RCA ha sufrido conflictos intermitentes que han perturbado gravemente su tejido social y político. La población sufre las consecuencias de la violencia entre los rebeldes y los aldeanos, así como entre el ejército y los rebeldes, que intentan ocupar más territorio con ricas minas de oro y diamantes. En el origen del conflicto y del desplazamiento de personas inocentes se encuentra una profunda codicia por controlar los recursos minerales del país, especialmente en las zonas centro-este, noroeste y centro-norte.

La mayoría de la población atendida por el JRS son desplazados interos en la región de Bangui, Bambari y Bria. Solo en los últimos tres años, el JRS ha prestado apoyo a más de 20 000 personas, ofreciéndoles acceso a medios de vida y protección.

Entonces, ¿qué significa realmente estar protegido para las personas exiliadas? No se trata solo de muros, documentos o ayuda, se trata de sentirse acogido, respetado, sin etiquetas y amado.
Franck Aristide Brou SJ, Responsable de Seguimiento Educativo del JRS RCA

¿Cómo puede contribuir el JRS a lograr un cambio significativo en la protección de los refugiados? ¿Cuál es el enfoque del JRS en materia de protección?

El testimonio de una joven de un pueblo de la RCA es un buen ejemplo de cómo entiende el JRS la protección, al menos en el contexto en el que yo trabajé. Esta mujer participó en uno de los programas educativos del JRS. Cuando estalló el conflicto entre musulmanes y cristianos en 2013, perdió a toda su familia: todos fueron asesinados excepto ella. Solo tenía 12 años. Cuando se le preguntó: «¿Qué es lo que más te ha marcado del apoyo del JRS?», respondió: «El JRS estableció una relación genuina y humana conmigo, una relación que no era artificial, sino basada en la confianza y el respeto, con el objetivo de ayudarme a reconstruirme».

Y cuando le preguntaron qué la motivaba a tener éxito, respondió: «Lo que me dio ganas de tener éxito fue la sensación de seguridad que me transmitía la amistad del personal del JRS. Recuperé las ganas de vivir. Me sentía segura, protegida y, lo más importante, tratada como un ser humano en toda la extensión de la palabra. Eso me ayudó a recuperar la esperanza, con fuerza y determinación. Sin esa amistad, probablemente no estaría donde estoy hoy».

Entonces, ¿qué significa realmente estar protegido para las personas exiliadas? No se trata solo de muros, documentos o ayuda, se trata de sentirse acogido, respetado, sin etiquetas y amado.

Un proverbio africano dice: «Donde reina la fraternidad, cada persona se convierte en guardiana del bienestar de los demás, y el trabajo deja de ser una carga y se convierte en una misión compartida». Esta es nuestra sabiduría africana.