Macedonia: Un viaje a la seguridad

11 julio 2019

Migrantes y refugiados hacen cola para comprar el billete de autobús para continuar su viaje hacia el oeste de Europa desde la frontera entre Macedonia y Serbia. (Darrin Zammit Lupi / Servicio Jesuita a Refugiados)
Migrantes y refugiados hacen cola para comprar el billete de autobús para continuar su viaje hacia el oeste de Europa desde la frontera entre Macedonia y Serbia. (Darrin Zammit Lupi / Servicio Jesuita a Refugiados)

Skopje – Abed es un joven sirio de 14 años. Viajó de Turquía a Grecia con su hermano Sayid, de 14 meses. Abed estaba siguiendo los pasos de su padre, que huyó a Alemania con cuatro de sus hermanos unos meses antes. La madre de Abed se quedó en Turquía para cuidar de uno de los hermanos enfermo de cáncer.

Abed luchó duro para mantener a Sayid a salvo durante su viaje en barco a Grecia y de allí a Macedonia. “Para mí fue muy difícil viajar con mi hermanito. No sabía cómo alimentarlo ni cómo cambiarle los pañales. Casi no pude salvarlo cuando caímos al mar. El barco iba sobrecargado.” En 2018, cientos de migrantes se ahogaron en el Mediterráneo en viajes similares.

Para mí fue muy difícil viajar con mi hermanito. No sabía cómo alimentarlo ni cómo cambiarle los pañales. Casi no pude salvarlo cuando caímos al mar. El barco iba sobrecargado.
Abed, refugiado sirio

Abed y Sayid, finalmente, llegaron a la frontera greco-macedonia en autobús, donde las autoridades los encontraron. Debido a la vulnerabilidad de los niños que migran solos, el Centro de Ayuda Social de Macedonia los llevó a una Casa Segura del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Skopje. El JRS Macedonia proporcionó a los dos niños refugio, comida, ropa, así como atención médica y psicosocial. Los servicios sociales macedonios también lograron que la madre y el hermano de Abed, que estaban en Turquía, entraran en el proceso de reunificación familiar. Ya todos juntos, Abed, su madre y sus dos hermanos emprendieron otro viaje con el objetivo de reunirse con el resto de su familia en Alemania.

La Casa Segura del JRS en Macedonia ha dado protección a cientos de refugiados y solicitantes de asilo. Esta ofrece alojamiento a los grupos más vulnerables, como niños y ancianos, y ayuda a las mujeres que se recuperan de un parto o quienes convalecen de una enfermedad o lesión; se trata de un lugar donde descansar. Dado que el sistema escolar de Macedonia no permite que los niños migrantes se matriculen en la escuela, el JRS ofrece clases informales de matemáticas e idiomas. El JRS también organiza actividades y excursiones, como visitas a museos locales y al zoológico. Aparte de la Casa Segura, el JRS Macedonia acompaña y apoya a los migrantes en el centro de recepción de Vizbegovo y en el centro de detención de Gazibaba.