Las competencias digitales permiten a las mujeres forjar su independencia en Kenia

05 septiembre 2023

Un grupo de estudiantes que participan en el Programa de Inclusión Digital (DIP). Los cursos de competencias digitales en el campo de refugiados de Kakuma permiten a las mujeres forjarse su propia independencia.
Un grupo de estudiantes que participan en el Programa de Inclusión Digital (DIP). (Servicio Jesuita a Refugiados)
"Me llamo Cheruto, tengo 40 años, soy originaria de Kenia e intento sobrevivir como mujer"
Cheruto, una mujer que participa en el Programa de Inclusión Digital (DIP)

Cada mañana Cheruto se despide de sus tres hijos y se reúne con sus compañeras en el campo de refugiados de Kakuma; se trata de un grupo de 35 mujeres de diversos orígenes que comparten las aulas del Programa de Inclusión Digital (DIP) puesto en marcha por el JRS en colaboración con Konexio.

«Además de utilizar Hojas de cálculo y Documentos de Google, una de las habilidades que más quiero aprender es a manejar los propios dispositivos, así —en caso de avería— sabré qué hacer. A veces uno mismo puede resolver algunos problemas en lugar de llamar a un técnico. Quiero ser independiente al final de este programa», comenta.

A Cheruto le gustaría seguir desarrollando su pasión por lo digital convirtiéndose en profesora y enseñando a los estudiantes a utilizar dispositivos digitales, «teniendo en cuenta el crecimiento que está experimentando el mundo, todo se está pasando a lo digital».

"Muchos trabajos diferentes requieren conocimientos en línea y entonces podré pasar de depender de otras personas a depender de mí misma y así también podré ayudar a los demás"
Cheruto, una mujer que participa en el Programa de Inclusión Digital (DIP)

«En la sociedad africana, a menudo no se considera a las mujeres como personas capaces de ascender en la sociedad. El entorno en sí es duro, pero el curso que estamos haciendo es algo bueno, ayudará tanto a la comunidad local —de la que formo parte— como a la de refugiados, para que podamos desarrollar nuevas habilidades y ser capaces de aceptar trabajos digitales por cuenta propia, tanto en persona como en línea», afirma Cheruto.

Especialmente para los refugiados, sigue habiendo barreras al empleo digital, como la falta de cualificaciones y de conocimiento de las oportunidades. Para las mujeres refugiadas, la situación es aún más difícil, ya que se enfrentan a normas de género tradicionales que perpetúan la discriminación y la desigualdad. Para hacer frente a estas barreras, el programa consta de una primera fase de Formación de Formadores (FdF), en la que se capacita a integrantes de la comunidad local para que apliquen ellos mismos el DIP y una segunda fase en la que se enseña a la comunidad de refugiados que participa en el programa competencias digitales que les permitan seguir formándose y conseguir empleo.

Lo que Cheruto tiene en común con las demás participantes en el programa no es solo su pasión por la tecnología, sino también su deseo de forjarse un futuro mejor para sí mismas. Quieren crearse su propio espacio dentro de la sociedad.

*Artículo basado en entrevistas publicadas originalmente por Konexio.