El viaje de esperanza de Maryam

04 noviembre 2025

Gracias al apoyo de la comunidad, Maryam, una mujer refugiada de Etiopía, pudo reconstruir su vida en Indonesia. Maryam participa en una fiesta de cumpleaños con la comunidad de Bogor en Indonesia (Servicio Jesuita a Refugiados)
Maryam participa en una fiesta de cumpleaños con la comunidad de Bogor en Indonesia (Servicio Jesuita a Refugiados)
No me siento como una extranjera; estoy mucho más motivada que antes.
Maryam refugiada de Etiopía, trabaja como profesora en Indonesia.

En los últimos años, el JRS Indonesia, además de satisfacer necesidades básicas, ha estado animando a los refugiados que residen temporalmente en Bogor, Java Occidental, Indonesia, a organizarse para contribuir positivamente a la comunidad de refugiados y a la comunidad local. El proyecto de empoderamiento de la comunidad, que consiste esencialmente en actividades de colaboración con los refugiados, incluye ofrecer educación básica y extraescolar a los niños refugiados, clases de idiomas y formación en habilidades como informática básica, fotografía, videografía, artesanía y costura.

El tiempo de espera para el reasentamiento de un refugiado y su familia puede ser largo, lo que conduce a una especie de limbo sin un límite temporal claro. Esto suele provocar problemas de salud mental entre los refugiados. Simultáneamente, el JRS ha identificado que muchos refugiados poseen valiosas habilidades que pueden ser compartidas no solo dentro de la comunidad de refugiados sino también con la comunidad local. El proyecto de empoderamiento del JRS ayuda a los refugiados a mejorar su potencial, a compartir sus capacidades y a hacer contribuciones positivas a la comunidad.

Formación en materia de salud mental y apoyo psicosocial con comunidades en Indonesia (Servicio Jesuita a Refugiados)

Al final de cada año, se lleva a cabo una evaluación de los servicios, incluidos los de los programas de colaboración, mediante el proceso del Cambio Más Significativo (MSC, siglas en inglés). Entre los resultados notables de este proceso figuran testimonios como el de Maryam, una refugiada de Etiopía, que revela el impacto positivo que ha tenido en su vida su participación en el programa de colaboración.

Debido a la inestabilidad en su país de origen, Maryam y su familia buscaron refugio en Indonesia en 2015. Con el sueño de una vida mejor, nunca imaginó que su viaje la llevaría a un nuevo país, Indonesia. Ahora reside en Cipayung, un pueblo de montaña en la zona de Bogor. Dejando atrás todo lo que conocía, luchó en un mundo nuevo con costumbres e idioma diferentes.

Maryam compartió su difícil situación con nuestro equipo antes de unirse al Proyecto de Confección para Refugiados (RTP), un centro de aprendizaje creado en colaboración por una comunidad de refugiados y el JRS Indonesia en Cipayung. Se sentía perdida y sola, sin nada que hacer, y el estrés de su situación pesaba mucho sobre ella. Tímida y sin confianza en sí misma, se sentía atrapada en el círculo vicioso de dormir y comer todo el día, anhelando un propósito, una razón para levantarse por la mañana, cosas que parecían fuera de su alcance.

Maryam participa en el Proyecto de Confección para Refugiados (RTP) (Servicio Jesuita a Refugiados)

Su situación cambió gradualmente después de incorporarse al centro de aprendizaje. Maryam afirmó: “Enseñar inglés a niños en el centro de aprendizaje hizo que mi estrés desapareciera poco a poco. Tuve la oportunidad de hablar con la gente, conocer caras nuevas y trabajar como administradora y profesora. El apoyo al transporte del JRS, aunque modesto, me ayuda, al menos para salidas ocasionales. Si no lo utilizo, puedo darle esa cantidad de dinero a mi madre para la comida.”

Al expresar su impresión positiva del personal y los estudiantes del JRS Indonesia, Maryam dijo: “Los encargados del JRS siempre sonreían, me trataban como a un ser humano. Nos hicimos amigos. Las sonrisas dan esperanza. Me siento cómoda y mi estrés se reduce porque estoy ocupada. Estoy con la gente. También trato al personal del JRS, asisto a debates y voy a clase, quedándome con los niños. Nos sentamos juntos como una familia. No me siento como una extranjera; estoy mucho más motivada que antes.”

Unirse al centro de aprendizaje abrió oportunidades para que Maryam conociera gente, compartiera sus habilidades y transformó significativamente su vida, proporcionándole una nueva comodidad y confianza. Ya no se sentía sola ni abrumada, fue acogida como parte de una familia, encontrando fuerza y motivación en su trabajo y en la comunidad. El viaje de Maryam como refugiada en Indonesia se convirtió en una historia de esperanza, resiliencia y un ejemplo del poder transformador del apoyo y las oportunidades. Sabe que aún tiene retos por delante, pero está preparada para afrontarlos con el apoyo de sus amigos, su familia y el JRS.

*Este artículo fue publicado originalmente por la Curia Generalizia della Compagnia di Gesù (Compañía de Jesús).