Ecuador: Estefani, una vida mejor para un nuevo bebé

04 octubre 2019

stefani estaba embarazada cuando dejó Venezuela para brindarle la atención adecuada a su bebé.
Estefani estaba embarazada cuando dejó Venezuela para brindarle la atención adecuada a su bebé.

Quito – Estefani estaba embarazada cuando dejó Venezuela para brindarle la atención adecuada a su bebé. Debido a la situación económica y política en su país, no podía tener la atención prenatal que necesitaba durante el embarazo. Los hospitales estaban o sobresaturados o cerrados porque los equipos no funcionaban, faltaban medicamentos y no había profesionales de la salud. Ante tal situación, Estefani y su pareja abandonaron Venezuela con la intención de ir al Perú. Al llegar a la frontera entre Venezuela y Colombia, pensó que serían unos pocos; sin embargo, fueron unos más de los millones que hicieron el recorrido a pie por Colombia.

Agotada por el mal tiempo y la mala salud, Estefani llegó a Ecuador mucho más débil de lo previsto. Tenía que mendigar comida, ya que había gastado todo su dinero en el viaje. Además en aquel momento se tenía que valer por sí misma, porque su pareja tuvo que continuar al Perú por un compromiso de trabajo. Sola, cansada y hambrienta, nunca imaginó que su vida pudiera ser así. Un día, mientras estaba en la calle, sufrió un infarto. Fue una terrible experiencia que casi le provoca la pérdida de su bebé, pero recobró por completo la salud tras unas semanas en el hospital. Por suerte, alguien en el hospital la derivó al refugio de mujeres Nuestra Señora de la Paz, financiado por el JRS, en Quito, donde pudo recuperarse.

Estoy aquí, luchando por una vida mejor y tratando de salir adelante.
Estefani, una venezolana en Quito, Ecuador

En el refugio de Nuestra Señora de la Paz, las mujeres tienen un lugar que cubre sus necesidades básicas y les brinda provisionalmente un espacio seguro, desde donde pueden buscar trabajo y recibir ayuda en el cuidado de los niños. Un par de meses después, Estefani regresó al hospital para dar a luz a una niña sana. Ella quiere seguir luchando para que su hija tenga una vida mejor. Estefani anima a otros padres jóvenes migrantes a tener valor y practicar la gratitud a lo largo del camino.

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