Las personas refugiadas suelen llegar con pocas o ninguna pertenencia, sin ingresos y con un acceso muy limitado a los servicios. Sin alimentos, un refugio seguro, agua potable, atención sanitaria básica y apoyo espiritual, se enfrentan a la malnutrición, la enfermedad, la inseguridad y un profundo sufrimiento. Satisfacer las necesidades básicas, por tanto, no se trata solo de sobrevivir: reduce los riesgos de protección, salvaguarda la dignidad y crea las condiciones para participar en la educación, los medios de vida y la vida comunitaria.

El JRS no es una organización especializada exclusivamente en necesidades básicas, pero incluye con frecuencia este tipo de actividades dentro de otras áreas de programa y, cuando no hay otros actores presentes, puede ofrecer un apoyo más amplio. El JRS integra la atención a las necesidades básicas en sus programas de educación, salud mental y apoyo psicosocial, medios de vida y otros servicios.

Las necesidades básicas que cubre el JRS incluyen:

• Seguridad alimentaria: acceso fiable a alimentos suficientes, seguros y nutritivos que prevenga la malnutrición y sus efectos sobre la salud.
• Alojamiento y artículos no alimentarios: condiciones de vida seguras y dignas y artículos básicos (como mantas, utensilios de cocina y ropa) que protegen a las personas y estabilizan su situación.
• Agua, saneamiento e higiene (WASH): agua potable, instalaciones de saneamiento y promoción de la higiene para prevenir enfermedades y proteger la salud y la dignidad.
• Salud: atención primaria esencial, incluida la prevención, el tratamiento y la derivación a servicios especializados.
• Atención pastoral: apoyo espiritual y emocional que ayuda a las personas a afrontar el sufrimiento y la pérdida, con respeto a las diferentes tradiciones de fe.