Olga mantiene viva la esperanza en medio del conflicto en Ucrania

06 agosto 2024

La prolongada naturaleza del conflicto en Ucrania ha provocado una profunda crisis humanitaria marcada por amplios desplazamientos. Olga con sus hijos, en Ucrania (Servicio Jesuita a Refugiados)
Olga con sus hijos, en Ucrania (Servicio Jesuita a Refugiados)

«Nunca fui una persona política ni me interesaba la política. Mi vida giraba en torno a mi familia y mis hijos». Antes del estallido del conflicto en Ucrania, Olga estaba de baja por maternidad, cuidando de sus hijos y de su anciana madre.

El comienzo de la guerra fue un choque total para ella. La pilló por sorpresa y no quería marcharse, así que durante los diez primeros días de guerra decidió no huir y quedarse en casa con sus padres y su hermana.

«Una noche, hubo una explosión, seguida de un destello azul. El yeso se cayó en la cocina, los cristales de la veranda se hicieron añicos y mis hijos se despertaron aterrorizados». Olga decidió abandonar su casa para proteger a su madre y a sus hijos. Estaba muy preocupada por ellos.

«Me sentía desolada, confusa y desesperada, sin ninguna idea sobre nuestro futuro. Durante nuestros primeros días fuera de casa, los niños y yo nos despertábamos a menudo en mitad de la noche por el miedo», comentó. El mayor reto para la familia fue encontrar un lugar donde alojarse. Una vez en Leópolis, el JRS los ayudó a encontrar alojamiento y les proporcionó alimentos y artículos de higiene.

Espero sinceramente volver a casa. Sueño con ello, pero de momento no veo esa oportunidad. Entiendo que me iré al extranjero solo si no hay otra salida. Después de todo, amo mi país y quiero vivir aquí
Olga, persona desplazada en Ucrania

Desde hace dos años, Olga y su familia viven en un refugio, lejos de su hogar, «aquí nos sentimos seguros y hay un buen lugar para el ocio y el desarrollo de los niños. A pesar de ello, espero sinceramente volver a casa. Sueño con ello, pero de momento no veo esa oportunidad. Entiendo que me iré al extranjero solo si no hay otra salida. Después de todo, amo mi país y quiero vivir aquí», concluyó Olga.

La prolongada naturaleza del conflicto en Ucrania ha provocado una profunda crisis humanitaria, marcada por amplios desplazamientos y el continuo movimiento de personas en busca de seguridad y estabilidad. Como resultado, la cifra de personas apoyadas por el JRS aumentó a 110 000 en los primeros seis meses de 2024. Los equipos del JRS en Ucrania y en los territorios vecinos siguieron proporcionando asistencia humanitaria y ofreciendo actividades dirigidas a crear un entorno acogedor y cómodo para la población desplazada, adaptándose a la evolución de sus necesidades a lo largo de dos años de conflicto.

Lea más en el informe One Proposal Interim Report 2024.